"Una nueva vida" CAP 9: "Virtual Life" (Parte dos)

viernes, 30 de julio de 2010 1 Pablochis comentaron
HOY les traemos el noveno capítulo de "Una nueva vida", la novela exclusiva del FansClub Oficial e Internacional de Pablochi "Pablochifans". En este capítulo, hablado por Simón, él se propone a averiguar qué vio Vale en el "Virtual Life", para luego tratar de cumplir con el deseo de su novia, la cual se pondrá muy feliz por esto.
Esperamos que lo disfruten y a esperar, ¡porque se vienen capítulos intensos!


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CAPÍTULO 9: Virtual life (Parte dos) [Habla Simón]


Cuando Nacho se llevó a mi novia para practicar la apertura de las Olimpiadas, me dirigí hacia el spa de Hope y cerré la puerta. Busqué por todo el lugar durante unos minutos hasta que encontré una caja plateada, la abrí y encontré lo que buscaba, o lo que más se parecía, había encontrado el supuesto “Virtual Life”. Yo le había dicho a Vale que ya me enteraría de lo que imaginó, y yo no miento con esas cosas. Tomé el pendrive de Hope y lo conecté a aquella pequeña computadora blanca. Busqué en la memoria del programa hasta que encontré un archivo llamado “Valeria”, no lo quería mirar en la clandestinidad, así que lo pasé al pendrive, guardé todo justo como estaba antes de que llegara y me fui a mi habitación. Allí tomé mi netbook, me saqué los zapatos dejando lucir mis medias negras y me senté en la cama. Conecté el pequeño aparatito a la pc y descargue el contenido. Luego puse play.

Ese video era tan real, que se me estremecía la piel provocando un escalofrío en mí, al mismo tiempo que mi temperatura corporal subía, exitándome cada vez más y más, “transformando” mi cuerpo, como de costumbre. Parecía que hubiéramos hecho eso de verdad y que alguien nos filmó. En ese momento, León entró.

- ¡Uy Saimon! ¿Qué estas viendo una pornográfica? – dijo acercándose lo más rápido que pudo para sentarse a mi lado a mirar - ¡Y ensima de vos y Vale! No sabía que lo habían hecho, ¡mirá que bien que la mueve Vale eh!

Cerré la netbook rápidamente y le dí un correctivo en la nuca.

- ¡Calláte tarado no lo grites! Además no es un video, en un “Virtual Life” de Vale.

- Ah, sí, yo probé esa cosa hoy, es genial, debería llamarse “Real life”, parece como si lo estuvieras haciendo de verdad. Che, ¿te molestaría prestarme ese video?

- No seas desubicado León, agarrá lo que viniste a buscar y andáte.

- Che pará que también es mi habitación. Además no vine a buscar nada, vine a escuchar música. – el rubio se sacó las zapatillas, no usaba medias, se acostó en la cama y se puso los auriculares.

Abrí de nuevo la pc y seguí viendo el video, pero terminó enseguida ya que no faltaba mucho para que finalice antes de que León me molestara. “¡Justo ahí se tiene que terminar!” pensé para mis adentros.

Yo sabía que mi novia quería privacidad, pero no pensé que tenía la idea fija. En ese momento se me ocurrió la idea perfecta para cumplir con su deseo “privacidad+playa”.

Guardé mi netbook y me dirigí hacia el edificio del gobierno, trayecto que me tomó unos 20 minutos. Cuando llegué, me senté a esperar a Luz, y unos segundos después llego Kant.

- Hola Simón, ¿Cómo anda todo? – me dijo palmeándome la espalda

- Bien, hace mucho que no tengo jaquecas.

- Debe ser por Valeria, veo que te hace bien ¿no?

- ¿Cómo es que me conocés tan bien Kant?

- Observo Simón, observo – dijo revisando unos papeles que tenía.

- ¿Te puedo hacer una pregunta?

- Lo que quieras.

- ¿Vos crees que Luz me va a dejar salir del país? – Él dejó de mirar su papeles y puso sus ojos en mí, se quedó callado unos segundos y después me dijo cortante:

- Depende a donde.

- ¿Europa?

- La veo difícil Simón, pero ¿por qué te querés ir?

- No me quiero ir, va, sí, pero no, es una larga historia – le dije al ver que venía la Jefa. – Nos vemos Kant, ahí viene Luz.

- Nos vemos Simón.

Me quedé parado en el medio del pasillo esperando a que la Jefa terminara de hablar con Renne, cuando lo hizo, ella venía en dirección hacia mí y me pasó de largo, yo la detuve.

- ¡Luz!

- Ah, Simón, me dijo Ingrid que querías hablar conmigo, vení, pasá a mi oficina. – Una vez allí, no sentamos.

- Bueno, ¿de qué querías hablarme Simón?

- Luz, ¿viste que me puedo tomar las vacaciones de invierno no?

- Sí, lo sé.

- Bueno, me quiero tomar esa semana de descanso el día después de las Olimpiadas. – le dije tocándome el pelo y luego la nariz, ya era una manía en mí cuando estaba nervioso.

.- Sí, no hay problema, estás en todo tu derecho de hacerlo, estás autorizado por mí. Si eso es todo, te podés retirar, estoy un poco ocupada.

- No, no es todo. – dejó su celular, se acomodó y me prestó ahora toda la atención.

- ¿Qué más puedo hacer por vos?

- Bueno, ya que me tomo las vacaciones, me preguntaba si podía ir a algún lugar, fuera del país, a Europa quizás – puso tan mala cara que pensé que me pegaría.

- Mirá Simón, las cosas están complicadas, en todo Europa los salvajes están peores que acá, tampoco me gusta que salgas de la Urbe, pero si te querés ir, preferiría que sea acá en Argentina.

- Pero Luz, yo soy guardia civil, no te olvides, me puedo proteger ante los salvajes, estoy entrenado, además estuve averiguando y pensé en una isla privada, sí, en Europa, pero para estar más a salvo, los salvajes no llegan hasta esos lugares.

- Bueno, aunque no me guste, está bien, pero cada día vas a informar sobre tu estado. Nos vemos Simón – dijo agarrando su celular y parándose.

- Espere, una cosa más – se dio vuelta para mirarme con su peor cara.

- Me gustaría llevar a alguien.

- ¿A Marianella no?

- No, yo ya no estoy más con Mar, hace unos días corté y me puse de novio con Valeria, ¿puedo entonces?

- ¿Si te digo que sí me vas a dejar ir? – yo asentí con la cabeza y sonreí. - Bueno, está bien, pero ocupáte vos de los pasajes y de la estadía, cuando tengas el destino, me informás cuál es al instante y cuando estés en tus vacaciones, lo llamás a Gorki una vez por día para saber si estás bien, y si es una emergencia, también, sólo para saber.

- Muchísimas gracias Luz, de verdad. – pero ella ya se había ido y no me escuchó.

Estaba muy contento, así que llegué al NE y saqué dos pasajes para el país donde se encontraba la isla elegida por mí. Como la Urbe quedaba muy cerca del aeropuerto, en una hora me trajeron los pasajes. Fui a la habitación de las chicas y me acosté en su cama a esperar a Mi novia. Un rato después ella llegó sola y me vio.

- Ah, bueno, ¿tanto me extrañabas que me venís a esperar?

- Sí, pero no vine sólo por eso – me paré enfrente de ella, a medio metro mas o menos.

- ¿Y entonces por qué? – se me acercó y me peinó.

- ¿Viste que vos querías una isla desierta para los dos para tener privacidad? ¿Y yo que te dije sobre eso?

- Que me lo prometiste, si no me equivoco.

- Bueno, sorpresa. – le dije arrodillándome como si le fuera a cantar una serenata, poniendo en alto el sobre con los pasajes.

- ¿Qué es esto? – dijo tomando el sobre y abriéndolo para sacar su contenido. Cuando pareció entender lo que eran esos dos papeles, una sonrisa comenzó a nacer en su cara.

- Solos, vos, yo… - dije mientras me paraba - …el mar, la arena, la play… - Vale se me tiró encima como un koala, enrollando sus piernas en mi cintura y sus brazos en mi nuca.

- ¡Ay mi amor sos el mejor! ¡Te amo, te amo, te amo…! – me decía repetidamente entre beso y beso. De pronto me fui para atrás y me tropecé con la cama, cayéndonos sobre ella. Mi novia no paraba de besarme, pero en un momento se separó, dejando una distancia para mirarme a los ojos. – Pará, ¿Grecia no es muy lejos? ¿Ya le pediste permiso a Luz antes de hacer todo esto? ¿Vamos a estar en una Isla enserio? ¿Cómo vamos a llegar después del avión? ¿Cuánto tiempo vamos a estar? ¿Qué va…? – La callé con un beso.

- Mi amor, no te preocupes, ya hablé con Luz y tengo todo reservado, ya pensé en todo y va a estar todo bien, vamos a estar una semana, solos vos y yo, como te prometí.

- Ya que allá hace calor, me gustaría verte con una sunga, pero con un short de baño me conformo – soltó una carcajada y me besó tiernamente.

- Te repito que estamos solos, no sé si es necesario usar traje de baño o algo para el agua – le guiñé el ojo de forma pícara y nos volvimos a besar, todavía estando ella arriba mió.

- ¿El día después de las Olimpiadas entonces?

- El día después de las Olimpiadas, solos vos y yo, para convertir tu “Virtual Life” en un “Real life” – había recordado el chiste de León.



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