"Una nueva vida" CAP6: "Celos peligrosos"

HOY les traemos el sexto capítulo de la novela que está dando que hablar, "Una nueva vida", la novela de nuestro FansClub oficial e internacional. En este capítulo, "Celos peligrosos", la historia se tensa. Vale & Simón confirman su noviazgo y todo parece estar bien, hasta que Mar es traicionada por sus celos y se ve involucrada en un grave problema con Valeria.
Esperamos que lo disfruten y que pasen un buen rato leyéndolo.


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CAPITULO 6: Celos peligrosos

El sol de la mañana pegaba sobre nuestras caras. Estábamos en la típica pose de “cucharita”, tapados hasta el cuello por el frío, nuestras piernas estaban entrelazadas por debajo de las sabanas, al igual que nuestras manos. Podía sentir su respiración en mi nuca, la respiración de MI novio. Luego sentí cómo sus dedos acariciaban mi mejilla, seguida por mi pelo, repetidamente. Supuse que estaba despierto, así que me di la vuelta para quedar a centímetros de su boca. Luego lo acerqué hacia mí tomándolo de la cintura para que estuviésemos barriga con barriga, pecho con pecho.

- Hola mi amor – me dijo dándome tiernos besos.

- Bonjour, mon amour – dije lo mismo, pero en francés, acariciando su espalda y bajando mi mano hasta llegar hasta su cintura. Luego nos besamos muy despacio, disfrutando cada contacto.

- Ay! ¿No son un amor? – dijo una voz aguda que provenía de una de las camas.

- ¡Si! Son tan lindos…me contagian el amor – dijo Jaz, estaba segura de que era ella. Simón y yo nos sentamos en la cama, mirándolas avergonzados.

- ¿Hace mucho que están mirándonos de incógnitas? – dijo mi amado, tocándose el pelo, de los nervios por supuesto.

- Nos acabamos de levantar y no pudimos evitar verlos. ¡Son tan lindos! – dijo Hope juntando las manos

- Gracias – les dije con mis mas esforzada sonrisa. Luego miré la cama de Mar y me percaté de que ella no estaba. - ¿Dónde está Mar?

- No se, ví que se sentó en la cama un rato y después se levantó y se fue – me contestó Jazmín. Simón y yo nos miramos confundidos y luego le tomé la mano.

- Andá y arreglálo, está todo bien mi amor – le dije mirándolo a los ojos de la forma más sincera posible.

- ¿Enserio? Sos la mejor mi vida – me dio un beso y se fue a su habitación para cambiarse, no podía salir con sólo un pantalón puesto. Hope no lo perdió de vista.

- Cada día más caño Saimon, esos músculos… – dijo agarrándose la cabeza. Yo la miré con mi peor cara y luego se disculpó.

Me pegué una ducha caliente, me vestí muy de invierno y fui directo al comedor para desayunar. Cuando llegué, me escondí atrás de una columna para escuchar la conversación que mi novio tenía con su ex. No era de perseguida, sólo de curiosa, porque sabía que él me amaba a mí incondicionalmente, lo sentía.

- Mirá Mar, yo te quiero mucho a vos, pero ya me sobrepasaban tus inseguridades sobre qué hacía y qué no sólo o con alguien, y desde que llegó Vale, todo eso se puso peor – le dijo mirándola a los ojos, pero ella no perdía de vista su plato de cereales.

- Parece que no estaba muy equivocada ¿no? ¿Durmieron bien anoche? No me vengas a decir que no pasa nada entre ustedes.

- Ahora sí pasa, pero en el momento en el que nosotros cortamos no, yo no sé por qué te pusiste así.

- Mirá Simón, no hay mucho que hablar, vos te quisiste poner de novio con ella, y está bien, pero te pusiste de novio el día siguiente al que cortamos, eso me hace dar cuenta lo poco que te importaba. Y tené en cuenta que te guardo mucho rencor Simón, pero no te culpo, yo también en cualquier momento hubiera hecho lo mismo. Los dejo solos. – dijo levantándose de su asiento cuando se percató de que yo estaba ahí escuchando todo. Se dirigió hacia mí y se paró a centímetros de mi cara. – Ésta no te va a resultar tan fácil, me las vas a pagar, te lo juro por mis papás y por que me llamo Marianella Molina Prado Rojo – luego subió las escaleras haciendo un ruido tremendo con sus tacos.

Me dirigí hacia donde estaba Simón y lo abracé por detrás, dándole besos en la mejilla.

- Ya pasó mi amor… – dije mientras me sentaba en su regazo - …igual te digo que me da miedo esta chica cuando está así. – no quise decirle lo que ella me había dicho recién para no preocuparlo.

- No siento culpa, porque sentí que hice lo correcto.

- Y tenés toda la razón, porque nadie te va a amar más que yo – le dije luego de besar la punta de su nariz.

- Mi amor, tengo que ir a patrullar con Teo el perímetro del campus, ponéte linda que cuando vuelva nos vamos a los sillones de la terraza, solitos, así componés un poquito. ¡Hacé que te surja la inspiración que quiero una canción sobre nosotros eh! – me dijo antes de besarme la frente con dulzura para irse con su compañero rubio de la guardia civil.

Para hacer caso a sus órdenes, me dirigí hacia mi habitación con intención de maquillarme. Ni bien entré, unas manos me tomaron de los pelos y me tiraron contra la mesa del centro de la habitación en la que se encuentran las botellas de agua para beber. Habré volado unos dos metros fácilmente. Caí sobre la mesa tirando todo lo que había en ella, incluyendo el florero. Éste y las botellas con sus respectivos vasos, todo de vidrio, se rompieron al caer al suelo, provocando diferentes cortes en mis manos y brazos, además de mojar todo el suelo de aquel sitio. Me asusté mucho al ver que la sangre brotaba y se dispersaba por toda mi ropa. No quise hacer ningún movimiento para que la sangre no siguiera saliendo ni para que me siguiera cortando con los pequeños trozos de vidrio que se hallaban a centímetros de mí, así que sólo me limité a mirar a mi atacante, mientras unas lágrimas se asomaban por mis ojos. Sabía que algo me aguardaba de parte de ella, pero no pensé algo así.

- ¡Es lo mínimo que te merecés Valeria! ¡Robarle el novio a alguien es de mala mina!¡Y vos sos una perra!¡Una trepadora!¡Desde el primer momento en que lo viste planeaste en sacármelo!¡No podías aguantar que esté conmigo!¡Te morías de envidia!¡Y no sólo te bastó con sacármelo y chapártelo sino que te pusiste de novia con él y te lo llevaste a la cama!¡Ni siquiera le quise preguntar si sólo durmieron o tuvieron sexo!¡Sos tan rápida que la segunda opción me parece que está más acorde con vos! – dijo llorando y gritando como una desquiciada. Todo el NE estaría escuchando esto. Tras la última frase, fue tanto el odio que junté, que tomé un gran trago de aire y le dije apretando los dientes con mucha fuerza para contener el dolor de mis cortes:

- Me parece que acá la envidiosa es otra, no podés soportar que me haya elegido a mí antes que a vos, la chica top del NE, la mejor, la más diosa. ¿Algo será lo que no tenés para no poder satisfacerlo no? – sentí cómo en cualquier momento se abalanzaría encima mío. De pronto, se escucharon unas voces en el pasillo y la puerta se abrió. Eran Jazmín, Nacho y León.

- ¿Pero por qué grit…? – Jazmín se detuvo al ver semejante escena de película y los ojos se le abrieron como dos platos - ¡¿Mar que hiciste?! – dijo corriendo hacia mí para socorrerme. León vino también conmigo y Nacho la agarró a Mar, la cual estaba como tildada, en shock, no se movía y tenía la mirada perdida. Nacho la sentó en la cama, pero él estaba distante, seguramente pensando en que podía haberme matado.

Los dos rubios me ayudaron a parar, me tomaron uno de cada lado mientras Nacho llamaba a gritos a Renné, la cual llegó en un instante con otra mujer al lugar del hecho.

- Vení Valeria, todo va a estar bien, vamos a ir con el doctor Kant que él te va a ayudar. Nacho vos quedáte con Marianella, Ingrid te va a ayudar – dijo Renné mirando a la mujer que estaba a su derecha.

Luego abandoné la habitación acompañada de Renné, Jazmín y León, pero antes de que cerraran la puerta, Mar y yo nos miramos, yo ya no sentía rencor en ella, sino dolor.