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HOY les traemos el capítulo 67 de "Una Nueva Vida", la novela de nuestro FansClub Oficial e Internacional de Pablochi "Pablochifans".
En el capítulo de hoy, se creía que todo había llegado a su fin, pero Tic Tac les aconseja a Cielo y Nico cerrar el portal para que ninguna fuerza maligna o cualquier otra cosa que pueda perjudicarlos entre en su línea temporal. Para eso, ellos les explican a los chicos que tienen que viajar al pasado, al mismo año en que se creó el portal, para encontrar una llave y una cerradura que se encuentran en la caja fuerte de la casa del intendente de una ciudad chilena que fue debastada por un volcán y luego por una gran inundación. Según Tic Tac, sólo el Elegido puede tocar aquella llave. Thiago, acompañado por Simón, viajan al pasado para cumplir con ese objetivo y así terminar de una vez por todas con las futuras paradojas temporales.
Esperamos que les guste y que nos dejen su opinión en un comentario.
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CAPÍTULO 67: La llave del fin (1º Parte)
El tono de llamada del celular de Simón nos despertó abruptamente. Sí, “nos despertó”, esa noche también habíamos dormido juntos. Mi esposo se sentó en la cama y miró la pantalla del celular.
¿Quién es? – pregunté sin despegar la cabeza de la almohada.
- Nico. ¿Qué querrá?
- Poné el altavoz – le pedí y me senté a su lado. Simón lo puso y saludó con un desganado “hola”.
- Simón, vengan urgentemente al altillo, Cielo y yo tenemos que hablarles. Nada más faltan ustedes dos – dijo Nico y luego cortó la comunicación.
Mi morocho y yo nos cambiamos y tratamos de llegar al lugar pedido lo más rápido posible.
Cuando abrimos la puerta del altillo, todos menos los más chicos estaban ahí. Algunos estaban sentados en la cama de Cielo y Nico, otros en el piso y algunos en las sillas o en las piernas de sus parejas. Nos incorporamos a los demás.
- Chicos, quizás esto que les tenemos que decir los desgaste un poco a nivel emocional… - comenzó a decir Cielo - …pero es el último paso que hay que dar para que no ocurra nada más que nos perjudique.
- Ustedes cumplieron con su misión a la perfección, pero para que nada que no esté en nuestros planes se salga de control u ocurra, hay que cortar comunicación con cualquier línea temporal.
- Sin ofender, pero creo que nadie está entendiendo – manifestó Teo.
- ¿Qué hay que hacer para “cortar comunicación” – agregó Luca.
- Según nos explicó Tic Tac, hay que darle fin al portal que hay en el mecanismo del reloj.
- Evacuemos, pongámosle una bomba y listo, chau reloj – dijo Tacho, con la brutalidad que siempre lo caracterizó.
- Es mucho más que eso. Aunque destruyamos el reloj, el portal va a seguir estando – explicó Cielo.
- Según nos dijo Tic Tac, hay que conseguir una cerradura que encaja en el mecanismo del reloj y una llave que la abre. Así, el portal va a dejar de existir. – agregó Nico.
- ¿Y dónde está la llave? – preguntó Melody, que intentaba que Amado no se despierte.
- Para conseguirla, hay que viajar al pasado, justo al año en el que el portal fue abierto. La llave y su cerradura se encuentran en Chile, en una ciudad que ese mismo año fue destruida por un volcán, acompañado después por una inundación. Estos objetos están en la caja fuerte de la casa del intendente. Aunque todo esté destruido y seguramente la casa también, la caja está, quizás bajo los escombros, pero está. – nos informó Nico.
- Bueno, vamos ya. ¿Cuál es el problema? – animó Jazmín.
- El problema es que sólo el elegido, osea Thiago, puede tocar esos objetos, según lo que dijo Tic Tac – dijo Cielo.
- ¿Por qué siempre el elegido? ¿Qué nunca puedo estar tranquila yo? ¡No me quiero quedar viuda ni que mi hijo se quede sin padre! – dijo Mar, histérica.
- ¿Qué hijo? – preguntó Rama, anonadado.
- En el caso de que lo tuviera, claro – explicó Mar. Pude ver miradas cómplices entre ella, Cielo y Jazmín, algo más había tras esas palabras.
- No se habla más, desayunamos y voy a buscar la llave, quiero terminar de una vez por todas con todo esto.
- Yo te voy a acompañar – dijo Simón, de repente cuando parecía que el tema estaba terminado. Yo lo miré atónita. Al final, Mar tenía razón: ¿Qué no podíamos tener un segundo de paz?
- No, Simón, no. Ya bastante feo nos parece que vaya Thiago – se quejó Cielo.
- Justamente, yendo sólo le puede pasar algo, además, dos cabezas piensan mejor que una. Bueno, en este caso, “buscan”. – trató de convencerlos mi esposo.
- Cielo, dejálo, si voy a ir yo, quiero que me acompañe – puso Thiago como condición – Gracias hermano – le dijo a Simón y luego se abrazaron.
Todos fuimos a desayunar. En verdad, “desayunar” no se asemejaba a lo que había comido esa mañana. Estaba tan tensa por la decisión que Simón había tomado, que mi estómago se había cerrado y no me entraba bocado.
Exactamente a las 11am, todos estábamos reunidos nuevamente en el altillo, esperando a que Simón y Thiago terminaran de preparar sus cosas y llegaran al lugar. Al cabo de diez minutos, los dos se encontraban con nosotros.
- ¿Están listos, chicos? – les preguntó Cielo.
- ¡No, no, no! ¡Nada listos! – se apresuró a decir Mar. Se tiró encima de Thiago y lo besó repetidas veces. – Pela, por las dudas de que pase algo, te lo tengo que decir. – dijo la morocha, apenada.
- ¿Qué? No me asustes – dijo separándola un poco para verle el rostro.
- Pela, vas a ser papá. Eso era lo que Paz nos había dicho antes de viajar y que nosotros no entendíamos. Estoy embarazada – Inmediatamente Thiago besó a Mar y se abrazaron como nunca. Simón, mientras tanto, lo felicitaba dándole unas palmaditas en el hombro.
- ¡Pará, pará! ¿Vos tocaste a mi nena? – dijo Nico, increpando a Thiago.
- Amor, no es momento. Además, ya lo sabías, estaba escrito – lo tranquilizó Cielo.
Me acerqué a mi esposo y lo abracé, triste:
- Simón… - le dije mirándolo a los ojos.
- ¡Pará! ¿Vos también me vas a decir que voy a ser papá? – me preguntó sorprendido.
- ¿Qué? ¡No! Ya sabés que nuestra hija va a venir en un par de años. Sólo te quería decir que te amo. – me dio un tierno beso de despedida y luego Mar y yo nos acomodamos a un costado, abrazadas, mirando cómo nuestros hombres se preparaban para irse.
- ¿Ahora sí están listos? – preguntó Nico. Los dos asintieron – Agárrense de las manos – les ordenó.
Cielo movió una pieza del mecanismo del reloj y trotó atrás de Nico. De repente, todo comenzó a temblar y en un abrir y cerrar de ojos, una luz blanca, incandescente, nos cegó por completo, llevándose a Thiago y a Simón para encontrar lo que de una vez por todas, daría fin al eje de nuestra historia.
2 Pablochis comentaron:
che de verdad que imaginacion tenes.. me soprendes con cada capitulo mas y mas jaj.. me encanta .. ya quiero leer el proximo .. aii noo se acaba no quieroo
aww me encantooo!!! lo leo y lo leo y lo leo.. pero no kier que terminee!!!! igual kiero leer el proximo capitulo awww!!!!
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