"Una nueva vida" CAP 3: "Valeria Gutierrez Bleur"

sábado, 24 de julio de 2010 1 Pablochis comentaron
Acá les traemos el tercer capítulo de "Una nueva vida", la novela del FansClub oficial e internacional de Pablochi "Pablochifans".
En este capítulo Valeria es reseteada y comienza una nueva vida en el NE, donde conocerá, por primera vez para los dos, a Simón, con el cual su primer encuentro será un poco embarazoso.
Esperamos que lean y que disfruten este nuevo capítulo que dará el pie para lo tentador que será el 4º.

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CAPITULO 3: “Valeria Gutierrez Bleur”


Me desperté con dolor de cabeza, mis ojos se abrían muy lentamente al mismo tiempo que intentaba moverme. Estaba acostada sobre una camilla dura de metal, que adoptaba la forma del cuerpo, estaba atada de manos y pies a ella. Mi cabeza y mi pecho estaban llenos de cables de diversos colores, todos conectados a una pequeña máquina situada a mi izquierda, que irradiaba luces verdes y rojas, al igual que lo hacia la camilla en la que estaba. Me encontraba encerrada en un gran cubo transparente, hecho de vidrios. De pronto, pude divisar una sombra que se acercaba lentamente hacia mí, y cuando abrí bien los ojos, se me puso la cara roja del odio que le tenía.

- Hola Valeria, ¿te sentís bien? – me dijo la turra de la Jefa.

- ¿¡Qué me hablás basura?!¿¡Qué me vas a lavar el cerebro cómo hiciste con todos acá?!¡¿Como hiciste con Simón?!¡Hacélo, dale! ¡Si es que sos tan mala como te pensás! – dije con toda mi furia, a punto de llorar.

La Jefa se me acercó, me agarró la cara y me dijo sin quitarme los ojos de encima:

- Vos tenés que entender que yo te puedo dar una nueva vida, llena de felicidad y sin dolor, como la tienen todos acá. Vos de ahora en más, vas a ser lo que yo quiero que seas, así contribuís con el mundo perfecto que estoy intentando crear ¿Me entendés Valeria? – ni bien pronunció mi nombre, sentí la necesidad de escupirle la cara, y así lo hice. Luego sacó un pañuelo blanco, se la limpió y salió muy decidida hacia un hombre de delantal blanco.

“¡Kant, hacélo ya!” fue lo último que escuché. Luego, tanto la máquina como la camilla comenzaron a hacer ruidos extraños y a emitir más luces de las que había antes. “Te amo, Simón”, fue lo que pensé, antes de que mis ojos se cerraran por completo y cayera en un vacío totalmente negro.

------ 5 horas después-----

Cuando abrí mis ojos, estaba en una silla de ruedas, no me acordaba por qué ni cual era el lugar en el que estaba. En realidad sí, algo así no se olvida tan fácil, no siempre se viaja de Francia hacia Argentina para demostrar tu talento. La jefa de ministros salió de su despacho en dirección hacia mí.

- Pero Valeria…¡Qué gusto tenerte con nosotros!- me dijo con una gran sonrisa en su cara.

- El gusto es mío, pero…¿Por qué estoy así? – dije señalando mi silla de ruedas.

- Tuviste una recaída en la camioneta cuando estabas camino a la Urbe, sólo te tragímos para hacerte unos exámenes, para ver qué tenías, nada más.

- Muchas gracias, son muy amables – dije parándome mientras acomodaba mi pollera gris.

- Valeria, ella es Renné, y te va a llevar a conocer el NE, donde vas a vivir, junto con cientos de chicos, bueno, es igual que la urbe de Toulouse ¿no? Vos entendés a lo que me refiero. – Luz puso a la chica de pelo corto y pelirrojo delante mío.

- ¿Vamos? Tus valijas ya están en tu cuarto – me dijo Renné, señalándome el ascensor.

Paseamos por todo el “NE”, observando cada lugar, cada rincón, mientras ella me explicaba para qué se usaba esto, para qué lo otro, y las reglas básicas para vivir en aquel lugar. Me había presentado chicos, llamados Ignacio, Nacho como le decían, que era el becario de la jefa, también a León, un chico con mucha labia, a Teo, el jefe de la guardia civil, a Ramiro, el ayudante de cátedra. Nos dirigimos a lo que sería mi cuarto. En él se encontraban tres chicas, sentadas en una cama, comiendo chocolate y conversando.

- Bueno chicas, ella es Valeria, viene de Francia y es su nueva compañera de cuarto – decía mientras me acercaba hacia ellas – y bueno Vale, tus cosas ya están acá, y creo que no queda ningún otro lugar por recorrer, asíque te dejo con Marianella, Jazmín y Esperanza para que se conozcan, nos vemos – salió rápido por la puerta de la habitación.

- Bonjour (hola) – dije muy tímidamente.

- Hola – dijeron todas al mismo tiempo. La chica rubia de pelo lacio, Jazmín, si no me equivoco, dejó su chocolate y me miro:

- ¿De qué parte de Francia venís?

- De la urbe de Toulouse – dije de brazos cruzados. Ella luego siguió comiendo su chocolate.

- ¿Y por qué viniste? Quiero saber qué te inventaron – dijo Esperanza riéndose. La miré confundida ante su comentario y luego le respondí:

- Primero porque me ofrecieron volver a mi país de origen, y segundo, porque soy canta-autora y vengo a mostrar mi talento acá.

- Ahhhh – dijo muy desinteresada. Luego se hizo un silencio muy incómodo que no tenía ganas de soportar.

- Me voy al baño – dije con voz muy baja, saliendo al pasillo.

Allí no sabía dónde quedaba el baño, Renné se había olvidado de mostrármelo. Sin pensarlo, entré en la segunda puerta a la derecha de mi habitación.

Cuando entré, lo primero que ví fue la cola de un chico desnudo, el cuál ni bien escuchó el ruido de la puerta, se puso rápidamente su boxer blanco. Yo no hice lo que toda chica hubiera hecho, al contrario, no quité mis ojos de esa cola ni del cuerpo desnudo del muchacho mientras tuve la oportunidad de verlo. En Francia era muy común ver hombres desnudos de espalda, sobre todo en las publicidades de la Urbe.

Cuando él ya estuvo con su ropa interior, recién en ese momento se dio la vuelta para mirarme, estaba rojo y se tocaba el pelo. Sabía reconocer cuando un hombre estaba nervioso.

- Hermosa forma de conocernos ¿no? – dije sin dejar de mirar tiernamente su torso desnudo, entre otras cosas obvias que cualquier chica miraría disimuladamente en las condiciones en las que estaba, pero a mí no me gustaba disimular. Si hay algo que los franceses llevamos en la sangre, es la pasión. – Valeria Gutierrez Bleur, acabo de llegar de Francia – dije extendiéndole mi mano.

- Simón Arrechavaleta… – me dijo, tomando mi mano y besándola dulcemente –…un placer.

- El placer es mío, sobre todo después de lo que acabo de ver – dije mientras le daba una vueltita para ver de nuevo su cola, ahora tapada.

- No me quiero imaginar lo que habrías visto si entrabas unos segundos más tarde – los dos reímos, y él se tocaba el pelo de los nervios.

- Yo si me imagino – le dije acomodándome el pelo de una forma provocadora – Bueno, un placer conocerte, Au Revoir Simón (Adiós Simón) – le dije mientras sacudía mi mano en forma de saludo y me iba por la puerta de la que suponía, era la habitación de los chicos.

- Chau Valeria – me dijo en un suspiro de pasión a mis espaldas. Yo sentía cómo el fuego de su mirada me atravesaba como una espada.




1 Pablochis comentaron:

  • camy110 dijo...

    Nahhh, qué buen reencuentro!!!! jajajajaja, me mató Vale, que le da una vueltitaaa :D

    Quiero otro cap!!! :D