Esperamos que lo disfruten y que se diviertan con la "noche agitada" de Simón, porque a partir del próximo capítulo se notará un cambio muy importante en la historia.
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CAPITULO 5: Una noche agitada (Habla Simón)
Era ya medianoche y seguía despierto, algo que en mucho tiempo no me había pasado. Estaba muy pensativo en todo lo que había ocurrido hoy, y el no conciliar el sueño me ponía muy molesto y me daba calor, a tal punto que, aunque era invierno, no me bastaba con dormir sólo en boxer, sino que sentí la necesidad de estar destapado, asíque saqué todas las sábanas y me volví a acostar. Nada. Me resigné, me crucé de piernas, puse mis brazos detrás de mi nuca, y seguí pensando en lo ocurrido en el día, que para mí “lo ocurrido en el día” era la hermosa tarde y parte de la noche que pasé con Valeria.
Esa francesita me volaba la cabeza y hacía estragos en mi imaginación, cosa que con Mar no me pasaba, ni siquiera cuando estuvimos a punto de hacer el amor. ¿Qué tenía esa rubia de sonrisa inigualable que me llevaba al extremo de no dormir por pensar en ella? Ah, sí, que me había enamorado.
No me era difícil admitirlo, ya que sabía, desde el primer momento en que la vi, que algo había nacido dentro de mí, además de la sensación de que sentía que ya la conocía de antes. Pero no le presté mucha atención a eso.
Ya mi sueño estaba perdido, así que me tome la idea de pasear por el NE, y mi primera escala sería el baño, me estaba escurriendo. Cuando apoyé mis pies en el suelo, pensé en si alguien me vería así en boxer, pero no, yo era el único psicótico al que se le ocurriría pasear a esas horas de las noche.
Fui de puntitas de pie y abrí el picaporte muy lentamente, tratando de hacer el menor ruido para no despertar a Ramiro, Nacho y León.
Cuando entré, fui directo al cubículo del baño, me bajé la ropa interior y comencé a hacer mi necesidad. Cuando terminé, no pude evitar resistirme a una ducha caliente para calmar el frío que acababa de sentir, así que me quité mi boxer blanco y lo dejé en el suelo, luego me duché muy plácidamente.
Salí muy armonioso de la ducha y enrollé la toalla blanca alrededor de mi cintura, haciendo un nudo simple, ya que con suerte sabía atarme los cordones de las zapatillas.
En ese momento, la puerta que daba a la habitación de las chicas se abrió lentamente, dejando entrar a la causante de mi insomnio.”Gracias dios” dije para mis adentros, parecía que lo hacía a propósito, y me encantaba. Ella estaba tan hermosa, vestida con un camisón negro que le quedaba tan sexy, que por un momento tuve que controlar mis pensamientos, sólo para evitar una “transformación” en mi cuerpo.
- Hola – me dijo tiernamente sin quitar sus ojos de mi torso desnudo ni de mi toalla. Si había algo que me fascinaba de esta chica, era que no se llevaba muy bien con la disimulación, y que tampoco tenía vergüenza.
- Hola Vale – dije acercándome hacia ella, sin desviar mi vista ni de sus ojos ni de su boca, entre otras cosas.
- ¿Qué hacías despierto a esta hora? ¿y bañándote?
- No podía dormir. – dije acercándome más a ella, haciendo que se chocara contra la puerta del cubículo del inodoro.
- Yo tampoco, tuve un sueño un poco…extravagante. – parecía que estuvo buscando la palabra justa para describirlo.
- Ah – dije al mismo tiempo que acortaba la distancia que nos separaba, para que ella quedara atrapada entre la puerta y yo, como un sándwich. Luego le acaricié la mejilla mientras con la mano izquierda la tomaba de la cintura. - ¿Te molestaría si te tomo prestada unos minutos, madame? (señorita) – dije a escasos centímetros de su boca, sin despegar mis ojos de los de ella. Podía sentir cómo su respiración se aceleraba cada vez más y más.
- Para nada, monsieur,(señor)pero…¿Por qué siempre tiene que ser el hombre el que de ese paso? Ya es tiempo de un cambio. – Me dio la vuelta rápidamente, quedando ahora yo en contacto con la puerta del cubículo del inodoro. Me miró por un momento a los ojos, me tomó de las mejillas y hundió apasionadamente sus labios en los míos.
En ese preciso momento sentía cómo podía tocar el cielo con las manos, o de forma más realista, el infierno, ya que mi cuerpo comenzó a experimentar un calor que nunca antes había sentido, provocando esa “transformación” que antes no quería que ocurriera, pero ahora no me importaba nada de nada, estábamos juntos, y “eso” no nos avergonzaría a ninguno de los dos. Empecé a acariciar tiernamente su espalda, su cintura, y hasta “lo que ella ya me había visto a mí”, mientras Vale enredaba sus manos en mi pelo y masajeaba mis hombros y mis brazos de vez en cuando.
Nuestras lenguas parecían juguetear jocosamente como dos chicos que acababan de conocerse en el jardín de infantes. ¿Esto no es demasiado pronto?, me pregunté. Pero NO, esa era la respuesta, si no nos demostrábamos cuánto nos apetecíamos el uno al otro, nuestros corazones estallarían en cualquier momento.
De repente, ella se separó de mí unos centímetros, separando nuestras bocas. Cuando abrí los ojos, Vale me miraba sonriente, como si yo tuviera algo chistoso en la cara, pero después, desvió su vista hacia abajo y luego volvió a mirarme, ahora ya casi riéndose. Estaba a punto de preguntarle cuál era la razón de esa sonrisa que me enternecía, pero recordé lo que ella había hecho, y también desvié mi mirada hacia abajo. ¡Se me había caído la toalla!¡Yo sabía que ese nudo estaba mal hecho y que no soportaría un “momento de hombres”. Estaba completamente desnudo delante de mi amada, y parecía que la “transformación” hubiese ocurrido hace un segundo por las condiciones en las que me veía. No pude evitar sonrojarme, aunque no me tapé.
- ¿Puede ser que nosotros siempre estemos en las mismas condiciones? – me dijo pícara, mirando hacia abajo y hacia arriba una y otra vez. Luego me dio un corto beso y se dirigió con un caminar candente hacia su habitación.
Me quedé solo, completamente desnudo y con gotas causadas por la ducha en el medio del baño del NE, pero a pesar de eso, no pude evitar efectuar una sonrisa de oreja a oreja por el hermoso momento que acababa de vivir.
Estaba muy contento, tan feliz que no me importó realizar el trayecto del baño a mi cama desnudo, no me importaba que alguno de los chicos me viera, nada ni nadie iba a arruinar este momento.
Pero yo no quería que esto terminara ahí, así que me calcé mi pantalón pijama largo de un color gris claro, y me dirigí en forma de espía hacia la habitación de las chicas. Caminé de puntitas de pie hacia la cama de Valeria, levanté un poco las sabanas y me metí adentro, tratando de encajar como dos piezas de “lego” con mi chica, mientras la mimaba con un camino de besos que iba desde su mano hasta su cuello. Luego ella me tomó de la nuca y juntó sus labios una vez más con los míos.
- ¿Novios…entonces? – dije entre beso y beso.
- Oui, Je t`aime marié (Sí, te amo novio) – me dijo acariciando suavemente mi pelo.
Por fin podíamos empezar a escribir juntos una historia, nuestra historia, a comenzar juntos una nueva vida, llena de amor y de felicidad, sólo nosotros dos y nadie más.
“Valeria & Simón, me gusta cómo suena eso” pensé antes de cerrar mis ojos, ya que Mi novia usaba mi pecho como almohada y me abrazaba poniendo sus manos sobre mi barriga, al mismo tiempo que yo la abrazaba con una mano y le acariciaba su perfumado cabello con la otra. Esa sí que era una buena forma para conciliar el sueño.
2 Pablochis comentaron:
me encanto el capi
Me encantó mucho mucho mucho, amo esta novelaaaaaaa escribis muy bien franco y me encantó de verdad, la escena del baño (L) el baño es simeria jaaajaj.. mi novela, mas tu novela, mas casi angeles.. ya esta jajajaja..
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