"Una Nueva Vida" CAP 23: "Vuelve a Sentir"

jueves, 19 de agosto de 2010 2 Pablochis comentaron
HOY les traemos el capítulo 23 de "Una nueva Vida", la novela de nuestro FansClub Oficial e Internacional de Pablochi "Pablochifans".
En el capítulo de hoy, Hablado por Simón, él hace el amor con Vale por primera vez después de que sus recuerdos les fueron devueltos gracias a Kant. Además, Simón visita la guarida de "La resistencia" después de mucho tiempo, lugar donde se llevará grandes sorpresas y conocerá gente nueva para él.
Esperamos que lo disfruten y que pasen un buen momento. Pronto todos los misterios se irán develando.

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CAPÍTULO 23: Vuelve a sentir [Habla Simón]


Fue un abrazo largo, único, pero terminó de un momento al otro. Nos miramos a los ojos como fieras, y luego ella comenzó a desabrochar cada uno de los botones de mi cabeza, hasta que la dejó caer a mis espaldas, dejando al descubierto todo mi pecho. Con dos de sus dedos, dibujó un camino recto por el centro, que iba desde mi garganta hasta mi ombligo, se sentía linda esa sensación, era un cosquilleo, sensual. Le quité aquel corto vestido de un tirón, haciendo que cayera ante sus pies, dejándola en ropa interior. Siempre nos excitaba mucho que uno desvistiera al otro por completo.

Vale se quitó los tacos y se acostó boca arriba sobre la alfombra con las sabanas que ella había preparado. Me quité los pantalones de una forma muy provocativa, dejando lucir mi ajustado boxer gris. Mi novia me esperaba allí, mordiéndose el labio inferior, haciendo que yo ardiera con eso.

Gateé hasta llegar a ella, posicionándome encima. Vale se levantó unos centímetros para que yo pudiera desabrochar su corpiño, y luego, quitárselo de una forma muy graciosa con la boca. Ella soltó una risita juguetona, no se trataba sólo de placer, sino de sentir y de pasar un buen momento, que nos haga felices sea de la forma que sea.

Me acerqué hasta sus labios para besarlos una vez más y luego mirarle sus ojos pardos, cautivantes.

- ¿Te dije que me hacés sentir única? – me dijo antes de besarme otra vez.

- ¿Y yo te dije me estás haciendo volver a sentir?

- Ya nos sentimos, pero es bueno repetirlo el sentimiento.

- No me vas a entender, esa frase tiene significado – para no cortar el clima, la volví a besar, primero en la boca, y luego fui dejando un camino de besos, bajando desde su garganta, deteniéndome en sus pechos, para luego seguir hasta más debajo de su ombligo, donde quité la última prenda que le quedaba.

Segundos después, yo fui el que tuvo contacto con el suelo, dejando a mi novia sentada sobre mí.

Se abalanzó sobre mis labios, y mientras nos besábamos, nos tapé con las sábanas, hacía un poco de frío en ese sitio. Siguió besándome, esta vez en el pecho, seguido por la barriga, hasta llegar al elástico de mi boxer, el cual tomó y deslizó hacia abajo con un suave movimiento, llegando hasta la punta de mis pies, donde allí se quedó mi boxer, hasta que se cayó y dejó de tener contacto conmigo. Vale volvió hasta mi zona, que ya había sufrido su típica transformación, y se apoderó de ella totalmente.

Mientras ella se ocupaba de aquello, por fin estaba volviendo a sentir, no del todo, pero cada vez que ella me atendía podía ver un mundo nuevo, podía experimentar sensaciones extrañas, pasionales, que me hervían la sangre. En ese momento, ella estaba acunada por mis piernas, de las cuales sólo mis pies estaban descubiertos por las sábanas. Todo lo demás, excepto de mi pecho hacia arriba, estaba tapado por esas telas blancas.

Al finalizar, volvimos a rotar. Y esta vez, quedamos boca con boca. Vale me encerró con sus piernas, las cuales pasaban por mi cintura, y por sus brazos, que se entrelazaban por detrás de mi cuello, para que de esa forma tan especial, yo pudiese, de una vez por todas, introduciéndome dentro de ella, con movimientos suaves y repetitivos, mientras cada uno sentía la respiración agitada del otro, cuando no nos uníamos en un profundo beso.

Por fin, luego de que recuperara mis recuerdos, por primera vez, podía sentirla plenamente, podía observar su más profundo interior, podía, de forma completa, volver a sentir, a sentirla, con mi alma verdadera, con lo que realmente soy.

Aunque las tres horas que mi novia había reservado ya habían acabado, decidimos quedarnos a dormir allí, nadie estaba despierto a estas horas de la madrugada. Nos iríamos de allí a primera hora de la mañana, y así lo hicimos.

Cada uno volvió a su habitación antes de que todos se despertaran, para simular que estuvimos en nuestras camas toda la noche. Luego de ese momento tan especial que vivimos una vez más, nos fue difícil estar separados un momento.

Pero luego, como si nada hubiera pasado, nos juntamos a desayunar lo más tranquilos con todos nuestros amigos, recurriendo a las sonrisas repetidas y a las miradas cómplices, aunque Hope, sin el cerebro lavado como yo, se había dado cuenta enseguida, a pesar de que no lo dijo, yo lo sabía.

Con la excusa de ir a cazar salvajes, pude salir de la Urbe, para encontrarme con Ramiro y Hope, quienes me acompañarían a la guarida de mis viejos amigos.

Una vez allí, todos corrieron a abrazarme, me sorprendía que todavía me quisiesen igual a pesar de todo lo que les había dicho. Luego de tantos abrazos y amor que recibí, pude percatarme de las nuevas caras que adornaban “la resistencia”. Entre ellas, Amado, el hijo de Melody, el cual me ofrecieron en brazos para que lo conociera, Paloma, una chica de la edad de Lleca, muy adorable, que recordaba haber visto cuando ella estaba con Luca, una vez en el bosque durante mis jornadas de caza, y por último el que se hacía llamar “el profesor”, un hombre de unos 50 años, el cual me dio la bienvenida de una forma muy filosófica, bien mandalaya. Aunque no me quedaría en la guarida las 24hs, disfrutaría a pleno mis momentos del día en aquel lugar.

Segundos más tarde, se escuchaban los pasos de alguien que estaba bajando las escaleras muy lentamente. El hombre descendía mientras se arremangaba las mangas de su camisa, haciéndola de ¾. Llegó hasta el suelo, me miró y una sonrisa enorme iluminó mi rostro.

- ¡Kant! – Grité al mismo tiempo que le dejaba el bebé a Mel y me iba corriendo a abrazarlo.- ¿Qué hacés acá? ¿Te secuestraron? – me empecé a preocupar y miré a los chicos con mala cara.

- Sí, eso, ¿Qué haces este tipo acá? – le preguntó Hope a Thiago, disgustada – Él es el turro que hace los reseteos.

- Ya lo sabemos Hope, pero a él lo obligan, y está saliendo de la burbuja para ayudarnos, es de confianza, Simón te lo puede decir. – ella me miró.

- Sí, Hope, Kant fue quien me devolvió los recuerdos, el me ayudó y me cuidó cuando me estaba por morir, él me salvó, lo siento como mi papá – le sonreí al doctor y él me devolvió la sonrisa, y eso me extrañó, nunca era tan efusivo, más que unas palmaditas en la espalda.

- Se ve que con sólo tres días de salir un ratito de esa mentira me está cambiando el ánimo, ¿no? – Me dijo Kant. ¿Cómo se dio cuenta de que yo estaba pensando en su actitud? Cada día me sorprendía más mi “papá postizo”.

Por fin me sentía en familia, y aunque faltaba mi novia, mi “verdadera” novia, de una vez por todas me sentí cómodo. De otro modo diferente al que experimenté con Vale, al estar rodeado de todos los que amaba, volvía a sentir.




2 Pablochis comentaron:

  • Camy110 dijo...

    Rock Simería (L) Qué fogosos son estos chicos! jajaja
    Me encanta Kant, es genial jajaja
    Me gustó mucho el cap! :D