"Una Nueva Vida" CAP 28:"No Todo Es Lo Que Parece"

lunes, 30 de agosto de 2010 5 Pablochis comentaron
HOY les traemos el capítulo 28 de "Una nueva vida", la fanfic de nuestro FansClub Oficial e Internacional de Pablochi "Pablochifans".
En el capítulo de hoy, Simón & Valeria observan las cámaras de seguridad del NE y descubren nuevamente la presencia del pre-adolescente. Teo le ordena a Simón que lo capture, pero aunque éste no lo va a hacer, va en busca de él y se lleva una gran sorpresa, porque "No todo es lo que parece".
Esperamos que lo disfruten y que pasen un buen momento.

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CAPÍTULO 28: No todo es lo que parece [Habla Simón]


Contemplamos con mi novia, esposa para mí, la figura de aquel chico durante unos segundos más hasta que desapareció del enfoque y mi handy sonó. Era Teo.

- Simón te necesito ya. Hay un salvaje de estatura mediana, joven, al Oeste del Muro. – Vale me miró, sorprendida, y yo no sabía qué decirle a mi compañero de la guardia civil.

- Voy para allá – le dije, y Vale me golpeó el hombro. Luego corté la comunicación.

- ¿Mi amor no lo vas a atrapar no? – me preguntó asustada.

- Voy a intentar que no le hagan nada. – dicho eso, le di un beso en la frente y me eché a correr.

El lado Oeste del muro quedaba cerca de una de las salidas de los túneles subterráneos. Entonces, me dirigí al spa de Hope, me metí en la ventilación y llegué al boquete, donde desde ahí partí hacia el laberinto de caminos que me esperaban.

Caminé un par de minutos hasta que salí a la superficie. Salí sin que nadie me viera y me encontré con Teo. Estuvimos rastrillando la zona un rato, yo simulando por supuesto. Cuando estábamos a punto de terminar con la búsqueda., el niño de pelo color castaño se metió en los túneles, por el mismo lugar por donde yo había salído.

Con la excusa de que me quedaba haciendo guardia por si aparecía, cuando todos se fueron, fui en busca del muchacho, aunque parecía ya un poco tarde.

Me adentré en la oscuridad una vez más, y recorrí el laberinto de pasillos por un buen rato, hasta que vi un objeto en el suelo. Me acerqué hasta él, lo tomé y me lo quedé mirando. Era un diapasón. ¿Mi diapasón? Sí, era el mío. ¿Pero cómo podía ser? El mío, si la memoria no me fallaba, debía estar en la guarida de la resistencia. Lo único raro que tenía, era que estaba un poco opaco, en algunas partes oxidado, pero sí, era el mío. De pronto, algo me tocó la espalda. Sí, conocía muy bien eso, era un arma.

- Quedáte quieto, arrodilláte. – Me dijo con una vos entre aguda y grave, seguro que estaba cambiando. No hice nada y entonces ya subió el tono de voz. - ¿Qué parte de “arrodilláte” no entendiste? – me dijo presionando aún más su arma contra mi espalda. . Me arrodillé inmediatamente, sin decir una sola palabra. Una vez en el piso, él puso el arma en mi coronilla, más cerca de mi frente.

- ¿A qué guardia civil le robaste el arma? – le dije en forma de chiste.

- ¿Que te importa? Acá las preguntas las hago yo. ¿Dónde está la Jefa de Ministros?

- Si las vas a matar, desde ya te digo que no es tan fácil.

- No te pedí opinión. Ah, dame esto – dijo sacándome el diapasón de la mano.

- Eso es mío, ¿De donde lo sacaste?

- Ya se que es tuyo, caíste tan fácil en mi trampa, fue como pisar una hormiga más o menos. – dijo burlándose.

- ¿Pendejo quién carajo sos? ¿Cómo sabés de mí?

- ¡Más respeto eh! Mirá que no te voy a tener piedad porque tengas el cerebro lavado, no me vas a impedir que cumpla con lo que vine a hacer

- ¿Pero sos estúpido vos? ¿No te das cuenta que no estoy reseteado? – le dije ya gritando. A causa de mi insulto, me tiró del pelo, haciendo que gritara del dolor. En ese momento escuchamos el ruido de unos tacos, una mujer se acercaba corriendo en nuestra dirección. Era quien supuse, Hope. Al ver la escena en la que me encontraba, se tapó la boca con una de sus manos, pero después reaccionó y volvió a la realidad.

- Joaquín pará, no es lo que parece, vos no sos un asesino, vos no sos así. – le decía suplicante. Por fín escuchaba su nombre, Joaquín.

- A vos tampoco te voy a tener piedad por tener el cerebro lavado, te lo aseguro. – dijo el muchacho ahora tomándome sólo del cabello y apuntándola a Hope.

- ¿Sos tonto? Pensá un poco. ¿Si tuviera el cerebro lavado pensás que me acordaría de quién sos? ¿Te pensás que sabría que nos resetean? – Joaquín fue bajando el arma muy despacio. – Además, ¿Cómo se te ocurre la idea de matarlo? ¿Sabés quién es el? ¿Lo que provocaría si lo mataras?

- Sé perfectamente quién es, y vos me conocés muy bien como para saber que yo no mato ni una mosca – dicho eso se guardó el arma en el bolsillo de atrás del pantalón y se acercó a mi oreja para decirme – Perdón Simón, espero que me entiendas, sin rencores. – me soltó rápido y se fue corriendo como una ráfaga a mis espaldas. Me paré para seguirlo, pero no valía la pena. Hope se acercó hasta mí y me abrazó.

- Ya está, ya pasó, no fue nada.

- ¿Hope quién mierda es ese pendejo? ¿Por qué sabe de mí? ¿Por qué tenía mi diapasón?

- No puedo contarlo, perdóname, no me odies.

- No, está bien, pero la próxima vez que nos encontremos no se me va a escapar. – le dije, ya un tanto furioso.

- Pero él no es malo, piensa que nosotros lo somos, además te ve vestido de guardia civil, ¿Te pensás que no va a pensar lo que cualquiera pensaría? Simón, te pidió perdón, ya está, no te quiso lastimar.

- No se me va a escapar la próxima.

- ¡Simón! – me gritó furiosa. – Ni él ni vos son asesinos. Necesito que me prometas que no le vas a hacer nada.

- ¿Y por qué te lo tengo que prometer?

- Primero, porque es un chico, y tenés que ser muy desalmado como para hacerle daño, y segundo, no me preguntes por qué, pero te aseguro que si le hacés algo, en el futuro no te lo vas a perdonar nunca.

Sus palabras me golpearon tan fuerte como una patada en el medio del pecho. Acá había algo raro de lo que no nos podíamos enterar, y estaba referido con este chico, Joaquín.

Los dos salimos de los túneles y, en el spa, ella se quedó allí y yo me dirigí a mi habitación, donde estaba mi novia, la cual no se había movido desde que la dejé hace un largo tiempo. Cuando cerré la puerta, se levantó de la cama en dirección hacia mí. Me dio un beso.

- ¿Y? ¿Qué pasó? ¿Está bien?

- No todo es lo que parece – me saqué los zapatos, el traje de la guardia civil y me tiré como un muerto en la cama, boca abajo.

- ¿Eh? ¿Qué pasó mi amor?

- un poco más y me toma de rehén. – se sentó a mi lado y me acarició la espalda.

- No te entiendo.

- En los túneles, me tomó por sorpresa de atrás y me apuntó con un arma. ¿Te parece poco?

- No puede ser, no lo hizo a propósito seguro – le tiré un gesto de desaprobación.

- Lo único rescatable del momento, es que llegó Hope y lo calmó, y después antes de irse, me pidió perdón.

- Ves que no es malo.

- Sí, pero no, o sea, a lo que yo voy es que él sabía mi nombre, y sabía otras cosas de mí, ¿Quién es cómo para saber tanto? Y además la conocía a Hope. Vale, necesito saber quién es, me está matando la intriga. No puedo entender de dónde me conoce. – le dije tomándola de las manos.

- Si él sabe cómo te llamas, ¿vos sabés cómo se llama él?

- Sí, Joaquín. – mi novia puso cara rara al escuchar aquel nombre, ¿Pero cómo sabía si esa cara rara en realidad era de preocupación, o de tristeza? Últimamente, no todo es lo que parece.



5 Pablochis comentaron:

  • Camy110 dijo...

    Ahhh, hiiiiiiijito Simerííaaaaaa, no? :D
    Muero, muero jajajaja Re rebelde les salió jajajaja, me encantó!

  • Marta :) dijo...

    Me encanto el capitulo como todos los otros :)

    Ese Joaquin sera el hijo Simeria, ojalaa jajaj