En el capítulo de hoy, luego del accidente, Simón y Vale deciden llevar a Joaquín a la guarida de la resistencia. Vale se sentirá nerviosa y con miedo, ya que será la primera vez que irá luego de su captura. Allí, luego de un interrogatorio al muchacho, Vale, ayudada por Simón, se dispone a recordar un poco de su vida pasada.
Esperamos que lo disfruten y que pasen un buen monento.
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CAPÍTULO 30: La resistencia
Simón lo tomó de la muñeca y acercó su oreja al corazón del chico al que yo le había disparado. Luego me miró, feliz.
- Lo desmayaste nada más, estaba calibrada para desmayar. – Dijo mi novio, corrí a abrazarlo. Ahora se me había llenado el vacío que sentía, pensando que pude haber matado a alguien. De pronto se me fue la angustia, pero no la culpa.
- ¿Y Qué hacemos ahora? No lo podemos dejar acá. – dije agachándome para acariciarle el cabello a Joaquín.
- Hay que llevarlo a algún lugar donde esté protegido de los cazadores.
- El boquete – sugerí.
- No, tiene que ser lo más alejado del NE, porque si lo dejamos ahí cuando despierte va a querer ir a matar a Luz y lo van a agarrar y resetear. – Se quedó pensando un momento - La guarida, la de los chicos, la resistencia, tenemos que llevarlo ahí.
- ¿Es necesario? Ojo, no es que no quiera porque sé que son buenos y que fueron nuestros amigos, pero ya me parece que ir a donde viven es demasiado. – le dije avergonzada, pensando que lo estaba hiriendo.
- Mi amor, ese lugar fue tu casa durante mucho tiempo, fue donde nuestro amor creció. – se acercó y me besó. – Igual no te voy a obligar, andá al NE que yo lo llevo. – Tomó a Joaquín y lo puso entre sus brazos, le costaba levantarlo. Caminó unos pasos y lo detuve.
- Mi amor, pará, no te voy a dejar sólo, yo voy con vos. – Junté todas nuestras cosas y lo seguí.
Caminamos por el bosque unos cuantos minutos, hasta que bajamos por una especie de canal y entramos en una larga alcantarilla, en la cual Simón iba prendiendo unas luces a medida que avanzábamos. Mientras más nos acercábamos al lugar que íbamos, pero me sentía, tenía un malestar muy importante y me encontraba mareada. Me tambaleé.
- ¿Mi amor estás bien? – dijo luego de agarrarme.
- Sí, sí, me mareé un poco nada más.
Continuamos unos cuantos metros más hasta llegar a una puertita que estaba a un metro de alto, a la que se podía acceder mediante una escalerita.
- Mi amor, subí vos primero y yo te lo paso – dijo bajando a Joaquín y apoyándolo en el suelo.
- No, subí vos y yo te lo paso – me miró raro – No es que tenga miedo, es que vos conocés mejor el lugar – se rió y me pasó al chico.
Simón abrió la pequeña puerta y subió. Luego se agachó para tomar a Joaquín, con mucha dificultad y lo depositó sobre el pasto. Después me tomó de las manos y me ayudó a subir. Simón puso a Joaquín otra vez en sus brazos y nos dirigimos al interior de aquella casita.
Allí estaban todos, los de este lado del muro y los del NE, Hope, Mar, Ramiro y Jazmín.
- ¿Qué le hiciste? – gritó Hope, acercándose para acariciar al chico.
- Nada, está desmayado. – Simón lo puso en una de las camas precarias que estaban hechas con mantas y sábanas, en el suelo. – Traje una invitada – dijo tomándome de la mano y acercándome a él.
- Bienvenida, otra vez Vale. – me dijo Thiago, dándome un beso en la mejilla. Todos se acercaron a abrazarme, ahora me sentía un poquito más cómoda.
Simón y yo les dimos lo que teníamos planeado merendar, y con las chicas, preparé unos cafés con leche. Todos nos sentamos a disfrutar de la comida.
Un rato después, escuchamos un ruido y todos nos dimos la vuelta. Joaquín se había despertado, pero todavía estaba semi-acostado.
- Joaquincito – gritó Hope, y fue a abrazarlo.
- Estoy bien, estoy bien, no me pasa nada. – dijo de un muy mal humor. Nos escaneó a todos con la mirada.- ¿Ellos son los del otro tiempo no? Los adolescentes.
- Shh, calláte, los que están reseteados no pueden saber eso. – lo retó.
- Son geniales ustedes, los sacan de una mentira para ponerlos en otra. – dijo con sarcasmo. Hope le tapó la boca.
- Me gustaría saber, ¿no? ¿Por qué no estás con tu familia? – Joaquín se paró.
- Porque me tienen harto, desde que a Kiara la dejó el novio, papá y mamá están todo el tiempo pendiente de ella y a mi ni bola me dan, me saca de quicio. Así que pensé, si se termina todo esto de resistir, va a volver a ser todo normal. Entonces vine para matar a
- ¿Quién es Kiara? – preguntó Simón.
- Mi hermana – le dijo el muchacho.
- No cambien de tema – los retó Hope. – Ahora decime, ¿cómo podés ser tan tarado como para pensar que podés matar a la jefa así nomás? ¿Y no pensaste en tu familia? Deben estar muy preocupados. ¿Hace cuánto que te fuiste?
- Una semana.
- ¡¿Una semana?! Vos estás completamente loco. ¿Cómo los vas a dejar? ¿No los querés?
- Mirá Hope, como todos los hermanos, me llevo bien y mal con Kiara, y mis papás, bueno, están acá también, ¿Es lo mismo no? – Hope le dio un correctivo y le tapó la boca otra vez.
- Hope, ¿Este pendejo es hijo de alguno de nosotros? – intervino Tacho.
- ¿Hijo? Ay pero qué estás diciendo, mirá si él va a ser hijo de alguno de ustedes, estupideces no Tachito por favor – dijo Hope. Joaquín abrió la boca para decir algo pero Hope se la volvió a tapar.
- ¿Nos podés decir quién es por lo menos? Es tan caño… - dijo Tefi acercándose al chico y abrazándolo. – ¡Mirá lo que son esos ojos!
- Me llamo Joaquín, Joaquín Ar… - Hope se le tiró encima para taparle otra vez la boca.
- ¡Ay Hope dejálo hablar! – se quejó Jazmín.
- ¡Soltáme loca! – gritó Joaquín, el cual se fue corriendo en dirección al jardín. Intenté ir a buscarlo, pero Hope me detuvo.
- Siempre cuando se enoja, se va a tomar un respiro, a relajarse. Lo aprendió de su padrino. – me explicó.
Por mi parte, me dediqué a inspeccionar el lugar, escaneando con mis ojos cada una de las cosas que se encontraban allí. Me senté en el cuarto escalón de la escalera y mi novio no tardó mucho en situarse a mi lado, abrazándome por detrás, un escalón más arriba.
- ¿Enserio yo estuve acá? – le pregunté.
- Sí, acá es donde resistíamos a que los de la corporación no nos atraparan.
- No sé por qué, pero me siento cómoda acá. – me dedicó una gran sonrisa.
- Allá es donde dormíamos los dos juntos, abrazaditos. – me señaló las colchas que había en el piso. – Y acá, es esta escalera, es donde nos gustaba pasar mucho tiempo juntos, en la posición en la que estamos ahora.
Estuvimos así, abrazados, mucho tiempo, mientras él me recordaba todo lo que hacíamos en la guarida, antes de que nos pusiéramos, a pedido mío, a ver fotos de nuestra vida real, de la que yo no me acordaba.
2 Pablochis comentaron:
Ahhhhhh, tarde pero seguero mi comentario jajajaj
Nahhhhhhh, quiero que sepan ya que Joaquín es el hijooo!! Encima Kiara, que la dejó el novio y los papás pendientes jajajajaja
Muero muero muero por que sepan ya la verdad jajajaja
Encima el nene salió como Luca, el padrino, eh? jajajaja Se fue a hacer Tai-chí jajaja
Me encannnnaaa, pero necesito que ya sepan quién es :D
Saludos!
Joaquin Arrechavaleta? ya me lo imagino, hermoso como los dos, y pobre kiarita, quien fue el q la dejo! ya vamos todos a pegarle jajaj re violenta jaja
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