"Una Nueva Vida" CAP 31: "El valor de las miradas"

HOY les traemos el capítulo 31 de "Una Nueva Vida", la novela de nuestro FansClub Oficial e Internacional de Pablochi "Pablochifans".
En el capítulo de hoy, Simón y Luca van en busca de Joaquín, el cual se encuentra en el jardín haciendo Tai-Chi. A Luca, quien practica ese arte, le llama la atención y se le une al muchacho. Mientras tanto, Simón se siente frustrado porque el pre-adolescente parece tener problemas con él y con Vale, juntos deciden hallar la respuesta a este problema. Por otro lado, Kant informa sobre el estado del la Urbe. Además, Joaquín y Luca fortalecen su amistad inexplicablemente, lo que deja confundido a Simón.
Esperamos que lo disfruten y que pasen un buen momento.

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CAPÍTULO 31: El valor de las miradas [Habla Simón]

Ya había pasado mucho tiempo desde que Joaquín se fue al jardín a tomar “un respiro”. Estaba por salir a buscarlo y Luca me siguió con un simple “yo te acompaño”. El muchacho estaba en la parte trasera de la casa, estaba sin remera, haciendo movimientos muy raros pero pacíficos. Estaba por ir por él pero Luca me paró y nos escondimos atrás de un arbusto. Luca no dejaba de mirar a Joaquín maravillado, con una sonrisa de oreja a oreja.

- No se escondan, ya los vi – dijo el pre-adolescente sin detener sus movimientos. Luca se acercó a él.

- ¿Quién te enseñó? – le dijo contento.

- Digamos que, una persona muy especial para mí.

- ¿Se puede saber quién?

- Mi padrino.

- ¿Tu padrino sabe Tai-Chi?

- Desde muy chico, por lo que me contó. Tuvo una infancia y adolescencia muy dura, y le enseñaron eso para centrarse, según sé. – dijo sin dejar de hacer sus movimientos.

- ¿Te molesta si te acompaño? – le dijo vergonzoso.

- Para nada, para mí es una costumbre hacer Tai-Chi con vos.

- ¿Por qué? – A mi también me pareció raro lo que dijo, era la primera vez que se habían visto.

- Nada, dejá, yo me entiendo. Dale empecemos. – Luca se quitó la camisa y quedó con su musculosa gris. También se sacó las zapatillas y las medias y quedó descalzo, como Joaquín.

Comenzaron a hacer esos movimientos otra vez, pero ahora juntos, a la par, muy sincronizadamente. De vez en cuando el chico intercambiaba miradas conmigo, pero me miraba como con odio, con desprecio, y yo no sabía por qué.

Sentía que sobraba en ese lugar, así que volví al interior de la casa.

Hope estaba haciéndole caras a Amado, el que reía en su cuna.

- Hope, ¿Te puedo preguntar algo? – dije de una forma muy apenada.

- Sí, decíme Saimon – me contestó poniéndome atención, pero sin dejar de hacerle cosquillas en la panza a Amado.

- Vos que lo conocés a Joaquín, ¿No sabés si tiene algún problema conmigo?

- ¿Problema? ¿Qué problema va a tener con vos si recién se conocen? ¿Por qué?

- No, por nada, es que me mira raro, como enojado, trata de evitarme, y a Vale también.

- Esperanza hizo una mueca – Dale Hope no te hagas la bólida, yo sé que sabés algo.

- Simón ya te dije que no puedo decir nada. ¿Pero vos escuchaste cuando Joaquín me dijo por qué se fue de la casa?

- Sí, todo.

- Bueno, ahí tenés, deducí la respuesta.

- Pero eso no tiene nada que ver conmigo

- No todo es lo que parece Saimon, sólo es cuestión de pensar, yo no te puedo contar nada, orden de Nico y Cielo.

- Está bien, gracias. – Hope siguió jugando con Amado y yo me fui a ver a Vale.

Ella estaba sentada cerca de la ducha, en el jardín, viendo como Luca hacía Tai-Chi con Joaquín. Me senté a su lado.

- Mi amor, ¿Por qué estás acá si el pendejo nos odia?

- Ya lo sé, pero quiero tratar de entender, acá hay algo que no me cierra.

- A mi tampoco, pero no te preocupes, ya lo vamos a averiguar, por más raro que sea – le di un beso muy tierno en los labios.

En ese momento, se abrió la pequeña puerta que da a las cloacas, y llegaron Paloma y Kant. Mi novia y yo los fuimos a recibir, yo en especial a mi “padre postizo”. Tefi también llegó al lugar.

- ¡Palomita! – dijo gritando y corriendo hacia ella para abrazarla.

- ¿Estefania podés dejar de gritar que necesitamos silencio? – Dijo Joaquín enojado.

- Sorry Joaqui. – ellos siguieron con sus movimientos. - ¿Viste que no es feo todo eso de la ginecología Palomita? Y menos si te atiende alguien tan caño como el doc – Kant se sonrojó. ¡Ay mi Palomita que ya es una mujer! – Dijo volviendo a gritar. Luca y Joaquín volvieron a mirar en nuestra dirección, con cara de pocos amigos.

- Simón, ¿El profesor está adentro? Tengo que hablar con él. – me dijo Kant con toda la paz y tranquilidad de su voz.

- Sí, está con Tacho intentando hacer cerveza – me reí y él me sonrió y se fue a la casa.

Desvié mi vista, y vi que Luca y Joaquín dejaron de hacer Tai-Chi y ahora estaban hablando, sentados en el pasto.

Me daba mucha bronca que se llevara bien con todos menos conmigo y con Vale. Segundos después, Tefi, mi novia y yo nos fuimos adentro.

Cuando llegamos, el profesor y Kant nos reunieron a todos. Yo me senté en el sillón y Vale sobre mi regazo.

- Bueno chicos, queríamos decirles que desde ahora los del NE van a tener que estar menos tiempo con nosotros. – dijo el profe.

- Según lo que me dijo un contacto “despierto” de la Urbe, luz está comenzando a sospechar de todo y de todos, así que para no generar problemas, se van a quedar como mucho 3 horas, máximo. – dijo Kant, muy serio.

- No, dale perno, no seas así, yo me quiero quedar con Thiago. – dijo Mar, abrazando al “pela”.

- Marianella, es preferible eso antes de que no lo veas más, ¿no?

- Sí, tiene razón doc, perdón.

- Con respecto a lo del lavado de cerebros, ahora que me fui de la Urbe, mi contacto me informó que tienen muy escondido todo lo del reseteo, así que no vamos a poder sacar la máquina para que vuelvan a recordar, por lo que se tienen que acordar sólos, mediante estímulos, imágenes, cualquier método que sea necesario.

- Pero así va a ser más difícil, vamos a tardar muchísimo más, si es que lo logramos. – dijo Melody, la cual trataba de hacer dormir a su bebé.

- Ya lo sé, pero es la única manera, no nos podemos arriesgar. Mientras tanto, hay que hacer que los que faltan, Teo, León y Nacho, sepan toda la verdad. Y para eso, los chicos del NE, entre todos, van a contárselo de a poco. ¿Si? – Jazmín, Rama, Mar, Hope, Vale y yo asentimos con un susurrado “sí”.

Terminada esta reunión, todos nos dispersamos. Joaquín entró muy sonriente por la puerta, seguido por Luca, el cual parecía shockeado, como un zombi, pero con una expresión de felicidad en su cara. Se acercó a mí.

- ¿Qué te pasa? – le pregunté, desconcertado.

- Nada – se secó una pequeña lágrima que caía de su ojo izquierdo. Era la primera vez en mucho tiempo que veía llorar a mi amigo. - ¿Te puedo abrazar?

- Sí, pero qué… - su abrazo me interrumpió el habla. Me apretó contra él con todas sus fuerzas. Por encima de su hombro, yo lo miraba a Joaquín, y en un momento, me sonrió por un corto tiempo, pero luego se percató y me volvió a mirar con su típica cara de malhumorado con la que solía mirarme desde que nos conocimos. Luca se separó de mí para mirarme, sus ojos expresaban algo que nunca antes había visto en él. Luego me palmeó la espalda y se fue a sentar con Joaquín a la mesa, donde se abrazaban una y otra vez, como si fueran mejores amigos de toda la vida. Por mi parte, no entendía nada de lo que me había sucedido hace pocos segundos.