"Una Nueva Vida" CAP 32: "Como héroes"

HOY les traemos el capítulo 32 de "Una Nueva Vida", la novela de nuestro FansClub Oficial e Internacional de Pablochi "Pablochifans".
En el capítulo de hoy, los chicos del NE se proponen hacer una intervención creativa contra el muro, mientras los de la resistencia le cuentan la verdad a Teo, Nacho y León. Cuando "los de adentro del muro" están por volver a la guarida, Vale se retrasa y como no sabe el camino, se pierde, pero ese error la llevará a encontrar algo que alegrará a más de uno de los chicos.
Esperamos que lo disfruten y que pasen un buen rato. Comenten qué les pareció el capítulo.

HAZ CLICK EN LEER MÁS PARA LEER EL 32º CAPÍTULO

CAPÍTULO 32: Como héroes

Ya era de noche y nos tocaba volver al NE. Nos despedimos de la resistencia y partimos para allá. Me acosté con Simón en la cama de mi habitación que compartía con las chicas, hoy dormiríamos juntos. Antes de que todas llegaran del baño, Simón y yo nos endulzamos con unos tiernos besos en diferentes lados de la cara. Noté que estaba un poco extraño, y no quería quedarme con la duda.
- ¿Mi amor estás bien?
- Sí, si, no pasa nada.
- ¿Seguro? ¿Hay algo que me quieras contar? – insistí.
- No, va si, es que hoy, ¿viste que antes de que entráramos Joaquín estaba hablando con Luca? – Asentí – Bueno, cuando llegaron para adentro de la casa donde estábamos nosotros, Luca me abrazó y se puso a lagrimear, y también parecían muy amigos con el pendejo.
- ¿Raro no?
- Muy raro, desde que llegó Joaquín no me cierran las ideas, tengo un teoría de quién es realmente, pero no me quiero asustar ni ilusionar.
- ¿Qué teoría? – pregunté intrigada.
- No nada, encima que no te acordás de tu vida, no te quiero poner más problemas, enserio.
- Confío en vos.
- Por supuesto – Me dijo y me besó la frente.
Llegaron las chicas, apagamos las luces y mi novio y yo dormimos en la típica pose de cucharita durante toda la noche, como siempre nos gustó hacer.
Antes de irnos de la guarida, acordamos que a las 5 de la mañana nos encontraríamos todos los resistentes del NE en el baño, para luego pintar un sector del muro al mejor estilo “la resistencia”. Esto sería una típica intervención creativa de los salvajes. Mientras tanto, Ramiro llevaría engañados a Teo, Nacho y León a la guarida para que los chicos le cuenten toda la verdad, y para que Teo conozca a su hijo.
Sonó el despertador. Simón me despertó con unos tiernos besos en el brazo y el cuello. Juntos, y con Mar, Jazmín y Hope nos dirigimos al baño a encontrarnos con Ramiro.
- Bueno, ¿Ya tenés pensado qué les vas a inventar para llevarlos a la guarida? – le preguntó Jazmín al rubio.
- Sí, lo estuve pensando hasta que me dormí. ¿Ustedes ya tienen el aerosol?
- Acá está – dijo Hope entrando al baño con una bolsa blanca con manijas negras.
Simón y Ramiro se fueron a cambiar a su cuarto y nosotros al nuestro. Luego nos volvimos a reunir en el baño, nos despedimos del rubio y los demás nos fuimos a una parte del muro, a más o menos cien metros del portón.
Todos los aerosoles que Esperanza había traído eran rojos y naranjas, así que todos tomamos unos y comenzamos a dibujar. Pintamos Muchos símbolos de la paz, el logo de la resistencia y algunas palabras como “resiste”. En un momento, Simón me abrazó por detrás y puso su mano sobre la mía, la cual tenía la lata de aerosol. Con uno de los suyos, me apretó el dedo que tenía en la válvula y comenzó a mover mi brazo, haciéndome escribir la palabra “Amor”. Me mordí el labio de ternura y me dí la vuelta para besarlo, pasando mis brazos por detrás de su cuello y revolviendo su pelo con mis manos, mientras él me acariciaba la espalda.
- Bueno, bueno. ¡Ey! – Mar nos separó bruscamente, debido a que no la escuchábamos – Hay que terminar esto antes de las seis, ya está por amanecer. – nos dijo y luego se fue a seguir pintando.
El sol se estaba asomando, y la guardia interna estaba llegando. Tomamos nuestras cosas y nos retiramos lo más rápido que pudimos. Nos sentíamos héroes, pues estábamos fomentando la revolución.
Desayunamos en el NE, sólo para disimular un poco y luego todos juntos nos escabullimos por los túneles. Me detuve para atender una llamada de Reneé. Antes de atender, les dije a los chicos que siguieran que ya los alcanzaba. Cuando corté la comunicación, comencé a caminar por los túneles, hasta que me di cuenta que no sabía el camino correcto para salir a la superficie en el lugar de siempre. Caminé varios minutos hasta que vi una luz. Salí al bosque por esa puertita, pero no salí donde siempre solíamos salir. Salí en un lugar con muchos arbustos, en el bosque, pero cerca de un lago. Me asusté mucho, ya que no conocía lo que fuese el otro lado del muro. Caminé unos pasos en dirección opuesta del agua hasta que escuché que una vos femenina gritó mi nombre. Di vueltas una y otra vez, tratando de seguir el sonido de esa voz. Cuando la ví, corrí sin pensarlo hacia ella. Estaba en el piso, apoyada sobre una piedra, con su pie ensangrentado. Yo la conocía, ya la había visto antes, y no sé por qué, me alegró verla.
- Vale, amiga, ayudáme por favor, hay cazadores cerca, tenemos que llegar a la guarida. – Me decía entre suspiros. Parecía que su herida le dolía mucho.
-Yo te conozco – me agaché ante ella – vos sos la novia de Ramiro, yo te ví una vez con él en el depósito.
-Si, vale soy yo, Kika – Se intentó parar, y como no pudo, la ayudé. – No hay tiempo, nos tenemos que ir.
- Pará, yo me perdí, no sé donde queda la guarida.
- Yo sé, ayudáme a caminar. – me pidió. La tome por la espalda y ella comenzó a caminar, cojeando, pero a mi lado.
Tardamos mucho tiempo en llegar hasta las alcantarillas, debido a su herida en el pie.
Cruzamos en gran hall de entrada a la casa y llegamos hasta la puerta del comedor, en el que estaban los chicos de ambos lados del muro. Todos gritaron el nombre de la chica de anteojos y corrieron a abrazarla. Simón vino hacia mí.
- Mi amor, ¿Estás bien? Me estaba preocupando. ¿Dónde la encontraste? – dijo mirando a Kika.
- En el bosque, cerca del lago.
- ¿Y qué hacías ahí?
- Me perdí, no sé salir de los túneles sola, no se ni ese camino ni el que lleva a la guarida, soy una inútil.
- No, sos una heroína, si no te hubieras perdido, no hubieses encontrado a Kika – él siempre me levantaba el ánimo. Le dediqué una gran sonrisa y besé eufóricamente a mi novio, el que me hacía feliz.
Ramiro volvió, seguramente de la huerta, ya que traía vegetales. Los tiró al piso de la sorpresa, se paralizó por un momento, pero luego sin esperar ni un minuto más, se lanzó a correr en dirección a su novia. Ni bien la tuvo en sus brazos, la tomó por las mejillas y le dio un beso desenfrenado, como quien toma agua luego de estar perdido en el desierto.