"Una Nueva Vida" CAP 35: "Promesas a Futuro"

viernes, 17 de septiembre de 2010 5 Pablochis comentaron
HOY les traemos el capítulo 35 de "Una Nueva Vida", la novela de nuestro FansClub Oficial e Internacional de Pablochi "Pablochifans".
En el capítulo de hoy, Vale se extraña al ver a su novio muy sensible, quiere saber qué le pasa, pero según Simón, ella no lo puede saber. Todos vuelven a estar juntos después de mucho tiempo, todos en la resistencia. Por otra parte, Joaquín, como le prometió a Simón, debe volver a su casa con su familia. Luca y Simón lo acompañan y se acongojan tras una triste despedida, el adiós al hijo y ahijado.
Esperamos que lo disfruten y que pasen un buen momento.

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CAPÍTULO 35: Promesas a futuro.

En el momento en que Mar y yo estábamos llevando el guiso a la mesa, entraron abrazados Mi novio y Joaquín. Al ver que tenían los ojos rojos y vidriosos, me acerqué a Simón, asustada, ya que era la segunda vez en el día que lo veía así.
- ¿Mi amor otra vez? ¿Qué te pasa? – le pregunté tomándolo de los cachetes.
- Nada, no te puedo contar ahora, sí cuando recuperes la memoria, perdón mi amor. – le hice puchero, haciéndome la enojada porque no me quería contar. De pronto, me tocaron el brazo. Me di vuelta, observando a Joaquín.
- Vale…- el muchacho miró a Simón de forma cómplice y volvió a darme toda su atención…- perdonáme si te hice sentir mal o me enojé con vos o alguna cosa de esas.
- No, está todo bien, quedáte tranquilo. – miré a mi novio y el me sonrió, debido a que sabía que yo me ponía feliz por tener una buena relación con el pre-adolescente.
- ¡Ey! ¡A comer! ¡No se los digo más! – nos gritó Jhonny desde la mesa, donde todos estaban sentados. Joaquín, Simón y yo fuimos a sentarnos. Luca le señaló su lugar al pequeño, justo a su lado, parecía que le había guardado el asiento. Empezamos a comer y luego el profesor hizo sonar su copa y se paró:
- Quiero proponer un brindis porque por primera vez la resistencia, la familia, está unida de nuevo. Los teen, los man, Kant, Teo, León, Jhonny, Paloma, Luca, Joaquín, Kika, Hope, Amado y bueno, yo. – El profesor iba señalando a cada uno con su copa a medida que los iba nombrando. Todos chocamos nuestros vasos entre sí, provocando un lindo estruendo. Luego, continuamos con el almuerzo.
Después de unas tazas de café y una deliciosa torda de manzanas preparado por el profesor, los del NE volvimos a nuestra cárcel para no generar sospecha, pero de todas maneras volveríamos a la noche para cenar todos juntos otra vez. Pero antes de irnos, mi novio quiso hacer un anuncio. Todos nos reunimos alrededor de él, el cual tenía a Joaquín delante, al que lo tomaba por los hombros.
- Bueno, antes de que nos vallamos, quería decirles que Joaquín recapacitó y aceptó volver con su familia, así que posiblemente ésta sea la última vez que lo veamos, por lo menos por un tiempo.
Todos nos abalanzamos para poder abrazar y despedir a aquel chico de 14 años. Hope se emocionó mucho y fue la que más tiempo estuvo despidiéndose.
- ¡Ay Joaqui! Prometéme que nos vamos a volver a ver Y sabé que la tía Hope siempre va a estar para lo que necesites, ¿si?
- Sí, lo sé. Y seguro que nos vamos a volver a ver. – se abrazaron una vez más.
Salimos todos juntos, con Luca, hasta el bosque, donde ví que Joaquín, Simón y él se preparaban para irse.
- ¿Mi amor no venís vos? – le pregunté.
- No, Luca y yo vamos a acompañar a Joaquín hasta su casa, después voy, ¿si?
- ¿Los puedo acompañar?
- Preferiría que no – resoplé de disgusto – perdón mi amor, pero no te puedo explicar ahora, es como cuando querías saber lo del lavado de cerebro y yo no te podía contar. Pero esto es diferente, es un delirio, y no lo entenderías a menos que te vuelvan los recuerdos.
- Bueno, está bien – le di un beso y me fui corriendo para alcanzar a Hope, Ramiro, Teo, León, Nacho, Mar y Jaz, dejando atrás a “los tres mosqueteros”.

[Habla Simón]

Caminamos durante una hora sin parar. La casa de mi hijo, también “mi casa”, quedaba demasiado lejos de donde estaba la guarida.
- ¿Falta mucho? – preguntó Luca.
- No, es acá a la vuelta, como a 100 metros más.
Caminamos lo equivalente a una cuadra aproximadamente, como había dicho Joaquín, hasta que llegamos hasta un descampado en el cual había muchos troncos rotos y árboles caídos. Caminamos un poco más entre ellos hasta que nos detuvimos en uno de tamaño mediano. Joaquín lo corrió y por debajo se hallaba un agujero.
- ¿Ahí vivís? – le preguntó Luca, con cara de pena.
- Este agujero te lleva a otras cloacas, que si seguís un cierto camino te lleva a donde vivo con mi familia. No es tan linda e iluminada como la de la resistencia, pero se puede estar.
- ¿Vos me estás diciendo que acá abajo nuestro están Vale y yo adultos? ¿Y Kiara también, mi hija? – Joaquín asintió.
- Te ofrecería si querés ir a conocerlos, pero sé que me vas a decir que no por eso de la línea temporal, y que mis papás los van a echar a patadas por ese tema también, así que acá nos separamos.
Luca flexionó un poco las piernas para poder abrazar a su ahijado. Se abrazaron durante un largo tiempo hasta que carraspeé un poco para que se separen. Sí, me daba celos. Culminaron su abrazo con unas palmaditas en sus respectivas espaldas para luego dirigirse unas palabras.
- ¡Seguí practicando Tai-Chi que la próxima no me vas a poder seguir eh! – le bromeó, mientras le revolvía el pelo muy cariñosamente.
- Lo voy a hacer, porque me enseña el mejor – Luca puso cara de no comprender – Sí, el Luca adulto viene a visitar muy seguido, ¿Es mi padrino no? – los dos se rieron y luego Joaquín se dirigió hacia mí. Nos abrazamos sin esperar un segundo más. Por más de que para mí todavía no había nacido, no había salido de mí, no quería que se fuera, porque después de todo, era mi hijo.
- ¿Te voy a extrañar sabés? – le dije aguantándome el nudo que tenía en la garganta. Hoy estaba muy sensible.
- Yo también, papá – le costó un poco decir esa palabra. Luego nos volvimos a abrazar y nos separamos, quedando nuestras caras a centímetros, bien paternal. – Prometéme que vas a terminar con toda esta locura, que vamos a poder disfrutar de la vida, sin escondernos más. Yo confío en vos, en ustedes.
- Yo no sólo te prometo eso, hijo - le dije mientras le secaba las lágrimas que caían de sus ojos con mis pulgares – Yo te prometo un mundo mejor, un mundo nuevo, una vida nueva para vos. Te prometo que todo va a cambiar antes de que vos y tu hermana nazcan. – nos abrazamos una vez más.
Joaquín nos abrazó a los dos al mismo tiempo con mucha fuerza, para luego meterse en aquel hoyo. Luca puso el tronco otra vez en su lugar para tapar el agujero.
- Se nos fue nomás – le dije a mi mejor amigo.
- Sí, pero por lo menos sabemos que lo vamos a poder conocer desde bebé, y disfrutarlo mucho más, no sólo a él, sino a Kiara también.
- Gracias Luca, por todo.
- De nada hermano – nos abrazamos para expresarnos el inmenso cariño incondicional que nos teníamos.
Nos costó un poco, pero al cabo de unos segundos, tomamos el camino de regreso hacia el NE.


5 Pablochis comentaron:

  • Camy110 dijo...

    Ya estoy acá! jajajaja Estoy aquí otra veeeez :D

    Cap lindo, pero triste!!! Yo quería que vieran a Simón y Vale de adultoooooooos!!! Me quedé con las ganaaaaaaas! jajaja A ver si Vale joven se entera rápido de que tiene dos hijos maravillosooos para tener escenitas familiares :D!