"Una Nueva Vida" CAP 40: "La Revolución" (1º Parte)

Últimos 10 capítulos de la primera etapa.

Hoy les traemos el capítulo 40 de "Una Nueva Vida", la novela de nuestro FansClub Oficial e Internacional de Pablochi "Pablochifans".
En el capítulo de HOY, Vale le insiste a Simón en casarse lo más pronto posible, pero éste le explica que quiere que sea un momento mágico, así que le dice que se casarán una vez que "la resistencia" tome el control del NE y se derribe el muro. Por otro lado, en la madrugada, Vale descubre a Nacho muy angustiado en la oscuridad del jardín, ella se dipone a contenerlo y éste le manifiesta su confusión de sentimientos por haber recuperado la memoria gracias a una foto de su "paisa." Además, todos los chicos empiezan con la revolución para tomar el NE y terminar con toda la locura de Luz.
Esperamos que les guste y que nos den su opinión en un comentario.

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CAPÍTULO 40: La revolución (1º Parte)

- Casemosnos ya, por favor. – le pedí dulcemente, ahora sentada sobre su regazo, en el pasto.
- No, tenemos que esperar, lo tengo que preparar a lo grande, mejor que la otra vez, y para eso hace falta que se concreten un par de cositas en el ambiente. – me dijo tierno y luego me terminó de derretir con un beso.
- ¿Cómo qué?
- Y que por ejemplo, mañana nos vamos a presentar todos juntos, tanto la resistencia como todos los del NE, para tomar control de la Urbe, y no nos vamos a casar en otro lugar que no sea en un altar en el patio del NE. – lo miré con puchero – Y también hasta que derribemos el muro, que no falta mucho.
- ¿Tanto tengo que esperar?
- No es mucho tiempo, diez días como mínimo.
- ¿Cómo mínimo? Yo me quiero casar ya con vos.
- Vos sólo te querés casar para ver si recordás, lo sé, no soy tonto Vale. – lo miré aturdida. En parte tenía razón, pero la verdad es que yo lo amaba y quería tener ese momento tan especial que para mí, nunca había pasado, o lo sabía pero no lo viví, estaba oculto en mi cabeza.
- Simón yo te amo, no me quiero casar por interés, me quiero casar con vos por el simple hecho de que te amo, y si recuerdo bueno mejor, si se da me vendría super bien, y si no, no importa, lo importante es que voy a disfrutar como nadie de ese momento. – mi novio me sonrió y me descosió la boca de un beso salvaje, que no avisó, como si hubieran puesto un imán de mucho poder en cada una de nuestras bocas y se hubiesen atraído instantáneamente. - ¿Dentro de poco entonces?
- Dentro de poco mi amor.

Esa noche volvimos a dormir como en nuestros tiempos en al resistencia, dormimos juntos en la hamaca, yo casi arriba de él.
No se qué hora era, pero era de madrugada, cuando me levanté muy despacio para no levantar a Simón y me dispuse a salir al jardín para tomar un poco de aire. Todos los que estaban en la guarida dormían placidamente, Rama fue el único del NE quien se quedó a dormir, abrazado a Kika, protegiéndola como nunca antes lo había visto.
Pasé primero por la cocina a servirme un vaso de agua, el cual llevé conmigo hasta afuera de la casa.
Me senté en el segundo escalón del porche a tomar mi bebida mientras contemplaba una de las lunas llenas más radiantes que había visto en los últimos tiempos.
Quedaban todavía gotas en mi vaso, cuando escuché unos fuertes sollozos que provenían de la parte trasera de la casa, en donde estaba la huerta. Dejé el vaso en el escalón y caminé sigilosamente hasta ese sitio.
Tardé unos pocos segundos en darme cuenta de quién se trataba. Me acerqué a mi amigo, el famoso “cachetón”. Le puse una mano en el hombro y en un instante se dio vuelta y se puso de pie para mirarme.
- ¿Nacho estás bien?
- Sí, no me pasa nada.
- ¿Qué es eso? – le pregunté señalando una papel que tenía en la mano, el cual estaba mirando antes de que yo lo interrumpiera. Nacho me lo entregó. Más que un papel, se trataba de una foto, en la cual se veía una chica de cara juguetona con unas hermosas trenzas que recogían su pelo castaño. Yo ya la había visto en otra foto, Thiago la había nombrado una vez.
- ¿Caridad no? – le pregunté insegura.
- No es sólo caridad – se tumbó en el pasto nuevamente a liberar un poco más de lágrimas – Es mi paisa, mi paisanita, el amor de mi vida – le costó pronunciar esas últimas palabras.
- ¿Pero si ya la habías visto?
- Tumbera, me acordé, recordé todo… - se paró en frente de mí para mirarme fijo… - La paisa, la bestia pop, la nueva ola, a Martina, mi hija, el Mandalay, el RockLand, a Nerdito… - se quebró en un llanto que nunca le había visto protagonizar. Abracé a mi amigo, no se si en forma de consuelo o de felicitación.
- Pero Nacho recordaste, te tenés que poner feliz. – le animé.
- No Vale, no me pongo feliz una mierda – me dijo enojado consigo mismo, arrancando la foto de mis manos y tirándola al suelo. – Ahora no sé quién soy, no se si soy el rey de la seducción o el becario number one, y lo que más me jode, es que mientras yo jugaba al cerebrito lavado, todos los que quiero estaban sufriendo y yo sin hacer nada.
- Pero no fue tu culpa – le corregí, tomándolo de los brazos. – Y todos los que te queremos sí sabemos quién sos, vos sos Ignacio Pérez Alzamendi, nuestro amigo, el cachetón. – Por fin logré sacarle una sonrisa luego de semejante mar de lágrimas.
- Gracias tumbera – me abrazó con sus fuertes brazos.
- No tenés por qué, siempre vamos a estar para lo que necesites. – me palmeó el hombro. – Y ahora te vas a dormir y mañana le vas a contar a todos que volviste a ser vos. – el asintió contento.
Nacho y yo volvimos al interior de la casa. Él se recostó cerca de Thiago y Luca, quien dormía con Tefi y yo volví para estar en contacto con mi esposo, o futuro esposo.
Al día siguiente, nos levantamos bien temprano, desayunamos todos juntos, por lo menos los que estábamos allí. Los chicos felicitaron a Nacho por haber recuperado sus recuerdos, Thiago era el que más contento estaba.
Preparamos todo lo que necesitábamos para la revolución y nos dirigimos por los túneles hacia el NE. Cada vez tardábamos menos en llegar hasta allí. En el boquete, Nina, Alai y León nos recibieron. Nos quedamos esperando a los demás chicos, los cuales llegaron en pocos minutos.
- ¿Rama hiciste lo que te pedimos? – le preguntó Thiago.
- Sí, ya puse las cámaras en todo el NE, está todo cubierto, Jhonny las está revisando y activando ahora.
- Buenísimo – le dijo. - ¿Vamos? ¿Están listos? – nos preguntó a todos el líder, nosotros asentimos.
Los del NE se mezclaron con los demás alumnos, mientras que los de la resistencia nos escondimos en el BAR, esperando a que Nacho les de la orden de reunirse a los alumnos para que podamos salir.
Todos los vestidos de negro y blanco, entre ellos Mar, Jazmín, León, Ramiro, se reunieron en el centro ante la llamada por megáfono de Nacho. A los pocos minutos, Renné y Luz llegaron como ráfagas hacia el lugar, pero con un simple “quédense ahí” que les ordenó Nacho, se detuvieron. “Ya pueden salir chicos” fue lo que nos dijo por aquél alta voz para que nos fuéramos del interior del Bar y nos uniéramos a la multitud, pero nosotros nos instalamos en el frente, para que Luz pudiera contemplar la presencia de nuestra resistencia.
Nacho le dio el megáfono a Thiago, el que más al frente estaba, y se puso al lado de Hope.
Estaba muy asustada, le temía a la reacción de las autoridades. Simón al notarlo, me dio un beso en la frente y me apretó la mano acariciándomela con su dedo pulgar, para que pueda entibiar aquel frío que me causaba el sólo pensar en lo que pasaría si nuestra revolución no saliera como esperábamos y se convirtiera en una verdadera tragedia.