"Una Nueva Vida" CAP 55: "La memoria escrita"

lunes, 14 de marzo de 2011 3 Pablochis comentaron
HOY les traemos el capítulo 55 de "Una Nueva Vida", la novela de nuestro FansClub Oficial e Internacional de Pablochi "Pablochifans".
En el capítulo de hoy, hablado por Simón&Vale, él y Tefi se tranquilizan al saber que el arma estaba calibrada para desmayar. Inmediatamente acuden a ayudarlos y trasladan a Luca al consultorio del doctor Kant. Allí, Thiago pide explicaciones de lo sucedido y éstas le son dadas. Tefi le explica a Kant cómo es que Luca recordó, y gracias a esa anécdota, Simón tiene una grandiosa idea. El morocho encara a Vale, y con una herramienta muy poderosa, logrará aquello que ambos tanto ansiaban.
Esperamos que les guste y que nos dejen su opinión en un comentario.

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CAPÍTULO 55: La memoria escrita

[Habla Simón]

Tiré el arma al suelo. Había entrado en un pánico interno. Una típica situación escalofriante en la que te quedás quieto, sin hacer nada, sin poder reaccionar hasta que te llaman la atención.
- ¡Simón hacé algo! – me gritó Tefi mientras ella tocaba el pecho de Luca y lloraba sobre él.
Ante aquel grito, lo primero que logré hacer es volver a tener el arma entre mis manos. Con un simple vistazo a esta, mi mundo se tranquilizó y di un suspiro de satisfacción.
- Estaba programada para desmayar. ¡Tefi no está muerto! – le dije ni bien supe el dato para que se quedara tranquila.
- Tomá, llamá a Thiago para que lo vengan a buscar, tratá de hacer algo bien – me dijo enojada, para luego pasarme el celular.
Y así lo hice, lo llamé y en unos pocos minutos él y los médicos del “nuevo Mandalay” ya estaban en el bosque junto a nosotros, poniendo a Luca en una camilla y metiéndolo en la ambulancia.
Me sorprendió que Thiago no haya preguntado absolutamente nada en todo el transcurso del viaje sobre lo que sucedió. Seguro se estaba guardando el sermón para más tarde.
Llegamos al nuevo consultorio de Kant para que lo examine a Luca. Mientras tanto, Tefi, Thiago y yo nos quedamos en la sala de espera. Pude ver como Thiago tomaba un gran trago de aire para comenzar a hablar.
- No les voy a gritar ni a retar, sólo quiero saber dos cosas. – Dijo haciendo el número con sus dedos -  Uno, ¿Qué hacían todos en el bosque?, y dos, ¿Simón qué hacías con un arma y por qué Luca resultó herido? Quiero saber eso nada más – dijo ahora cruzándose de brazos.
Estaba a punto de hablar, pero Tefi se me adelantó:
-  Estaba con Luca, hablando sobre todo el asunto del lavado de cerebro, y de la nada no se qué le dije y se desmayó. Estaba a punto de pedir ayuda, pero se despertó en segundos y lo primero que me dijo fue que había recordado, y me besó – dijo la “flaqui” con una gran sonrisa. – Después, lo primero que “el Negri” quería hacer era hablar con Simón, entonces le preguntamos  a un guardia que estaba en el patio y dijo que le pareció verlo yendo al bosque. Fuimos a buscarlo, Luca gritó para que Simón sepa que estábamos ahí, y de la nada apareció y le disparó – dijo fulminándome con la mirada.
- ¡Tefi no fue a propósito! – le discutí.
- ¿Entonces cómo fue? ¿Qué hacías ahí y con el arma? – No me gustaba nada que Thiago me preguntase de esa manera, en forma de interrogatorio.
- Fui a buscar al “sin nombre” porque quería hablar con él, pero cuando lo encuentro en el baño, lo escuché hablando con Luz, pasándole información. Me di cuenta que era un espía, un infiltrado, lo encaré y se escapó. Lo seguí, en el patio le saqué el arma a ese guardia y lo perseguí al “sin nombre” hasta el bosque, donde lo perdí. Escuchaba voces, que ahora sé que eran las de Tefi y Luca, entonces me escondí atrás de un árbol. Sentí pasos a mis espaldas, y cuando alguien gritó, Luca, me di vuelta y disparé lo más rápido que pude. Después me di cuenta que me había confundido.
- ¿El extraño ese era un espía? Es increíble lo que Luz es capaz de hacer. – iba a hablar pero Kant llegó hasta nosotros:
- Despertó, ya se le fue el efecto del desmayo, pero está un poco aturdido, ya se le va a pasar – dijo con la paz que siempre lo caracterizó.
- ¿Lo puedo ver? – preguntó Tefi, entusiasmada.
- Sí, pero antes te quiero preguntar una cosa – le dijo serio el doctor - ¿Cómo es que él recordó?
- Le estaba hablando de todo lo que habíamos vivido juntos, de que siempre intentábamos combinar la ropa, y después le mostré un poema que yo le había escrito una vez, lo leyó y al rato se desmayó. Se ve que de todo lo que le conté algo lo tocó y lo hizo recordar.
La anécdota que Tefi estaba contando me dio una gran idea, e hizo que se prendiera la lamparita imaginaria en mi cabeza. Ahora sabía con certeza qué tenía que hacer.

[Habla Vale]

El día se había puesto hermoso a partir del mediodía, por lo cual estaba aprovechándolo. Nada como un almuerzo bajo el sol. Una vez que terminé mi comida, estaba dispuesta a irme a tomar una siesta, pero Simón apareció a mi lado como por arte de magia.
- Me asustaste – fue lo primero que le dije, y él se disculpó. - ¿Qué es eso? – le pregunté viendo el cuaderno que tenía entre sus manos.
- Esto es tuyo. Acá escribías todo lo que pasaba, era una especie de diario íntimo para vos. – Me explicaba - Quiero que lo leas, nuestra historia también está escrita en estas hojas, escrita por vos. – Me lo dio y yo lo tomé un poco desconfiada. – No te estoy mintiendo, mirá, es tu letra. – Y si era mi letra.
Era alucinante lo que mis ojos estaban leyendo. Un casamiento en el bosque, otro en la  ex Urbe. Una canción de mí para él. Hijos que tendríamos en el futuro. Rock&Roll antes de que se lo llevaran y le lavaran el cerebro. También en el altillo y en otros lugares, por lo tanto más de una vez, entre tantas cosas maravillosas que estaban escritas en ese cuaderno.
Y como con la velocidad de una bala, caí de repente al piso, parecía un desmayo, pero no, aunque mis ojos se habían cerrado. No veía todo negro, y en su lugar, mientras escuchaba los gritos de Simón, miles de imágenes y de escenas de cualquier tipo pasaban como una ráfaga ante mis ojos. No sólo eran momentos con Simón, sino que en ellos también estaban mis otros amigos, personas de nuestro tiempo presente también. El rockland, el hogar mágico, el bar “TeenAngels”, y muchas cosas más de todo tipo. Cuando todas aquellas imágenes se fueron y abrí mis ojos, no sólo noté que mi cabeza estaba llena, sino que también noté que había recordado absolutamente todo. No solo mi historia con Simón, sino todo lo que me habían sacado desde un primer momento.
Simón estaba tirado en el piso conmigo, tomándome de la mano y abrazándome, ahora que había despertado, ayudándome a incorporarme. Un círculo de gente, o de “chusmas” se hallaban a nuestro alrededor.
Simón parecía contento, él había hecho lo del cuaderno a propósito, sabía que algo ocurriría en mí.
Y por lo tanto, para despejarle la ansiedad, se lo dije de una vez por todas con una gran sonrisa:
- Recordé. Mi amor, recordé. – Él me volvió a abrazar y luego de haber estado mucho tiempo “separados”, tanto emocional como geográficamente, cerramos aquel glorioso momento con un tierno beso, ahora que lo sabía, de marido y mujer.


3 Pablochis comentaron:

  • ramona dijo...

    ayy noo me puedes dejar asi !porfa subi mas lo antes posible ! es uno de los mejores cap que lei hasta ahoraaa es lo mas !! se desperto completamente !!!!!!!!por fin !!