"Una Nueva Vida" CAP 58: "Recuperando la Identidad (2º Parte)

sábado, 2 de abril de 2011 7 Pablochis comentaron
HOY les traemos el capítulo 58 de "Una Nueva Vida", la novela de nuestro FansClub Oficial e Internacional de Pablochi "Pablochifans".
En el capítulo de hoy, hablado por Nina, ella está impactada por estar viviendo el momento de su robo, pero a su vez ansiosa por saber todo lo que pasa, junto a su guía, Simón. Nina ve el momento en que es separada de su madre, Vale, y entregada a Luz. Su padre, Simón, intenta evitarlo pero le es imposible. Los dos vuelven a viajar otra vez en el tiempo, pero esta vez, al momento en que Simón&Vale adoptaban a Kiara en el hospital. Luego, vuelven a su tiempo, al altillo, donde también se encontraban Joaquín, Vale y Kiara. Los cinco tienen una profunda y emocionante charla, donde por fin Nina comprende cual es su verdadera identidad, además de ganar una increíble familia.
Esperamos que les guste y que nos dejen su opinión en un comentario.

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CAPÍTULO 58: Recuperando la identidad (2º Parte)

[Habla Nina]

 - ¿Qué? – Fue lo primero que atiné a decir ante el shock de aquella confesión. Desde que Simón me mandó a llamar, me dijo que me ayudaría a conocer mi identidad y desde que viajamos en el tiempo, sabía que con algo de este tipo me podía llegar a encontrar, pero nunca imaginé que así en directo, en crudo, tan visual, tan real, y justo ella. ¿De verdad esa pequeña bebé que Vale tenía en sus brazos era yo? ¿De verdad era su hija? Necesitaba ver más, era todo muy inconcluso todavía, una imagen no me explicaba nada, así que tomé un respiro y continué. – Quiero saber más, quiero ver más. – le exigí a Simón.
- Todo lo que necesitás saber va a pasar justo ahora. Tenés que estar atenta a cada detalle. Cuando te agarre la mano, vos seguíme sin pensarlo, sólo así vas a poder ver todo y entenderlo – me contestó, yo le hice un gesto de aprobación y seguí mirando como Vale hacía sus compras, aún con la beba, yo, en brazos.
Era una imagen muy tierna, de sólo pensar que mi madre realmente alguna vez me tuvo en brazos, me llenaba el corazón por completo.
Pero de pronto, así como una estrella fugaz, un estruendo se escuchó en el supermercado, y cientos de cosas volaron por los aires, a su vez con una luz de tonos rojos que todo lo iluminaba. Se asimiló bastante a una bomba, e inconcientemente, me agaché y me cubrí, pensando que de verdad algo me podía pasar. Simón no movió un músculo, y con ese acto recordé que nadie podía vernos, que físicamente no estábamos presentes en el lugar.
- ¿Qué está pasando? ¿Qué fue eso? – le pregunté, mientras veía como Vale se agachaba y “me” cubría, apoyándose en una góndola.
- Vos sólo observá, cuando termines de ver todo, recién ahí vas a poder atar cabos. - me contestó serio, de brazos cruzados.
Volví mi mirada hacia la escena que me importaba ver. Como por arte de magia, cuatro hombres irrumpieron en el sitio, y en pocos segundos, ya habían llegado a donde la rubia se encontraba. Ni bien la vieron, como si se hubiese hablado telepáticamente, los cuatro la apuntaron al instante, y uno de ellos forcejeó con ella, hasta que por fin le arrebató a su bebé, dejándola llorando, destrozada en el suelo. Pero por alma de tumbera, no se quedó atrás, y fue a encarar a aquel ladrón, pero sin éxito, éste la desmayó antes de que pudiese hacer algo.
Me era muy angustiante ver mi robo, cómo fue el momento en que me separaron de mi madre, de mi familia, cómo me robaban mi identidad.
Ahora sí, Simón me tomó la mano y partimos detrás de aquellos hombres, pasando por al lado de Vale, que se hallaba en el suelo, aún con “mi chupete” en la mano.
Los seguimos hasta un poco después de la salida del supermercado, donde Simón hizo que nos detuviésemos. Justo allí un auto que recién llegaba estacionó de golpe, y un hombre salió desesperado al ver el estado del super, pero no era cualquier hombre. Era Simón, el Simón de aquel tiempo. Mis ojos se abrieron como dos platos, ya esto era demasiado para mí. Ese Simón divisó a aquellos hombres y se dio cuenta que esa beba era su hija y no otra. Corrió hacia ellos, pero al igual que pasó con Vale, lo desmayaron antes de que siquiera pudiera tocarlos. El hombre que “me sostenía” llegó hasta una camioneta estacionada, la cual abrió una de sus ventanas con vidrio polarizado. Me imaginaba quién se podría encontrar en el interior del vehículo, y cuando la ví, todas mis dudas se convirtieron en certezas. Luz tomó la bebé y la acunó entre sus brazos, para luego subir la ventana e irse como una ráfaga.
Apreté todavía más fuerte la mano de Simón, al mismo tiempo que las primeras lágrimas bajaban por mis mejillas. Todo esto era muy fuerte a nivel emocional, no es lo mismo verlo a que te lo cuenten, es diez veces más impactante, más cuando uno es el protagonista.
Luego, Simón me volvió a pedir que cerrara los ojos, y como suponía, otra vez viajaríamos en el tiempo. Ansiaba que volviéramos al nuestro, al altillo, pero no fue así, me sorprendí al abrir los ojos. Estábamos en la guardería de un hospital, en el lugar de los recién nacidos.
- ¿Dónde estamos ahora? – le pregunté ya resignada.
- En un hospital, unos meses después de “tu robo”. Allá estamos Vale y yo – me señaló, y luego me condujo bien cerca de ellos.
Aquellos “Vale & Simón” estaban mirando una beba que se hallaba en una incubadora, le sonreían y le hacían caras graciosas, ella reía. Una enfermera llegó y les habló:
- Le volví a preguntar a la madre si en verdad no la quería, me contestó que no. Ya hemos tenido muchos casos de madres adolescentes que no quieren conservar a sus hijos, una lástima – dijo lamentándose – Bueno, los papeles de adopción que firmaron están en orden, sólo me tienen que decir el nombre así lo anoto.
- Kiara – respondieron a la vez, sonriéndose mutuamente. La enfermera escribió el nombre completo de la bebé en unos papeles y luego la sacó de la incubadora para entregárselas a ellos. La mimaron y llenaron de amor por unos cuantos segundos y luego se retiraron del lugar junto a la enfermera.
Simón me volvió a tomar la mano, y yo ya sabía qué tenía que hacer. Cerré los ojos y a los pocos segundos volvimos a nuestro tiempo, al altillo, pero esta vez no estábamos solos. Valeria, Joaquín y la chica llamada Kiara, que ahora entendía por qué tenía el mismo nombre que la beba que acababa de ver, estaban en el lugar, parados uno al lado del otro.
- Sentémosnos – dijo Simón, y eso hicimos: ellos de un lado y yo sola, en el sillón de en frente. - ¿Algo para decir?
- Entendí todo, pero quiero que vos me cuentes para corroborar si lo que sé es así como lo interpreté. – le dije ansiosa.
- Bueno… - hizo un pausa y miró a los demás - … Como sabías, fuiste robada por Luz, eso no es ninguna novedad. Te robaron de los brazos de tu mamá, Vale, y yo, tu papá, intenté detenerlos, pero como habrás visto, no pude. Por lo que sé, estuvimos devastados, te buscamos intensamente, y luego de unos meses, ese dolor tenía que cesar, por lo menos por un tiempo. Adoptamos a Kiara – dijo mirando a la muchacha rubia – como pudiste ver. Esto no lo sabés ni lo viste: años después tuvimos a Joaquín, por ende, él es tu hermano biológico, aunque los tres son hermanos, sólo que Kiara es del corazón, pero eso no significa nada, los tres son Gutiérrez-Arrechavaleta, y eso es lo que importa – al ver mi cara de sorpresa absoluta, agregó – Y bueno, eso es mas o menos una síntesis.
- ¿Estás bien? – me preguntó Joaquín, al ver mi rostro indecoroso. Estaba llorando, pero de felicidad. Era muy hermoso que de repente no solo tengas una identidad, sino también padres, hermanos, una familia preciosa. Me sentía con suerte, a pesar de que en mi vida hayan ocurrido hechos no tan afortunados.
- Sí, es que no lo puedo creer, estoy muy feliz – los tres me sonrieron - ¿Los puedo abrazar? – les pregunté, y sin respuesta alguna, todos se me tiraron encima, culminando el momento con una gran abrazo familiar, aunque Simón y Vale no sean mis padres de este tiempo.
Gané un hermano y una hermana hermosos, felices y sorprendentes. Gané los mejores padres del mundo, bellos por igual. Y recuperé algo que no es detalle menor: mi identidad. Desde ese día, era mucho más que simplemente “Nina”, ahora, orgullosa, era Gianina Arrechavaleta. 


7 Pablochis comentaron:

  • Anónimo dijo...

    me encanto el capitoo!!! fue lo mass!!! re lindooo!!!!!♥♥♥ que bueno que al fin se resuelva esto!!!

  • Anónimo dijo...

    Fue hermoso ♥ Me encantoo! Al fin Nina sabe la verdad :) Espero con ansias el proximo cap!

  • giu dijo...

    ay por fin pude acualizarme con esta preciosa nove , estos dias la estuve leyendo y ahora pude llegar , realmente me encanto esta muy buena la trama y este ultimo cap muy conmovedor por fin ya todos saben la verdad.
    espero anciosa el siguiente cap
    giu

  • Anónimo dijo...

    Que buen capítulo! es lo maas, me encantooo ♥ felicitaciones al que la escribio, escribe perfecto :D


    besossssssss, suban mas caps!!!!!!!!!!!!

  • ramona dijo...

    como saben me leo todos los capitulos .. y bueno fue impresionante.. me encanto lo ultimo "soy gianina arechavaleta !esa frase me mato jaja... que tierna familia..
    y lo digo otra vez ! adoro esta novelaa