"Una Nueva Vida" CAP 64: La despedida

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HOY les traemos el capítulo 64 de "Una Nueva Vida", la novela de nuestro FansClub Oficial e Internacional de Pablochi "Pablochifans".
En el capítulo de hoy, Luz comienza a hacer las cosas bien luego de su "vuelta": le devuelve a Mar su memoria y concreta por fin el reencuentro de Alai con sus padres. Paz aparece ante los chicos, trayéndoles la noticia de que el día siguiente, luego de la salida del sol, volverán a su tiempo. Ella los anima a disfrutar de sus últimos momentos en esta linea temporal. Para eso, TeenAngels y Man realizan un concierto para todos los habitantes del nuevo Mandalay. A la noche, en una "cena de velas", todos recuerdan los buenos momentos que vivieron en el futuro y cierran esa hermosa comida con un brindis, esperando ansiosos su vuelta a casa.
Esperamos que les guste y que nos dejen su opinión en un comentario.

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CAPÍTULO 64: La despedida

Nuestra misión había sido cumplida, y como era de esperarse, por lo menos lo más diminuto estaba empezando a cambiar.

Para asegurarnos de que todo haya salido bien, Kant verificó el estado de la memoria de Luz, sólo para saber si no nos estaba mintiendo. Y no lo estaba haciendo, lo que nos dejó aun más satisfechos.

Dejando de lado todo el dolor que nos causó, nos emocionaba mucho que Luz vuelva a ser, por lo menos en espíritu, esa niña llena de energía y con los ojos inundados de esperanzas, tan activa, tan llena de vida.

Como su primera obra de bien, junto con su equipo científico redimido al igual que ella, logró lo que Mar sola no pudo: devolverle su memoria. Además, concretó el reencuentro de Alai con sus padres (Jazmín y Tacho adultos) y la niña se fue a vivir con ellos.

Luego del almuerzo, Hope nos reunió a todos en el hall, tenía algo muy importante que decirnos, y parecía muy emocionada, se notaba por sus ojos vidriosos que acababa de llorar.

- Okey, guys, tengo tres cosas para decirles – todos escuchamos con atención – Primero, quiero pedir un muy fuerte aplauso para la ex Mariacheta, que volvió a ser Marianegra otra vez – Mar se paró e hizo unas cuantas reverencias ante nuestro estruendoso aplauso, acompañado de gritos provenientes de Nacho, Luca y Lleca. – Segundo, un aplauso no para ella, sino para nosotros que logramos que esta arpía ya no sea tan bicha  - Luz miró el piso mientras nosotros aplaudíamos con cierta vergüenza, ya que no era muy bonito lo que Esperanza había dicho.

- ¿Nos vas a dar alguna noticia, gor? – le preguntó Tefi, mientras miraba si tenía las uñas sucias.

- Noticia no, my Darling, una visita. – dijo muy emocionada, tratando de sacarse las lágrimas sin que se le corra el maquillaje.

- ¿Qué visita? – preguntaron Kika y Jazmín al unísono.

Como un sueño hecho realidad, las puertas del spa de Hope se abrieron, y una muchacha vestida de blanco, de pelo rubio con rastas, apareció ante nosotros.

- ¡Paz! – gritamos todos al mismo tiempo, y en menos de tres segundos ya estábamos abrazándola, amontonados alrededor de ella.

Hacía muchos meses que no la veíamos. Estaba espléndida, su sonrisa brillaba más que nunca.

- ¿Dónde estuviste tanto tiempo? ¡Te necesitamos mucho! – dijo Simón, como pasando factura.

- ¿Dónde estuve? Eso es lo que menos importa ahora. – Le acarició la mejilla a mi esposo- Y no, no me necesitaron, por lo que veo, llegaron solos a buen puerto – dijo desvalorizando lo anteriormente dicho por Simón. – Bueno, siéntense que tengo que decirles algo muy importante – hicimos lo que nos pidió, y ella se sentó al frente nuestro, en un lugar donde pudiera observarnos a todos.

- Escuchen con atención chicos, es muy importante – nos advirtió Hope.

- Chicos, como sabrán, cumplieron con su misión, y por eso acá estoy – comenzó a decir paz – Voy a ser breve: ustedes viajaron al futuro para cumplir con esta misión, y ahora que lo lograron, es hora de que vuelvan a su tiempo. Llegó el momento – todos nos miramos con los ojos bien abiertos. Eran miradas de ansiedad, de emoción, de felicidad, pero a su vez de miedo, desconcierto, de nervios.

- ¿Y qué va a pasar con nuestras relaciones en este tiempo? Yo no me quiero separar de Kika – dijo Rama, muy preocupado.

- Si Teo y Amado no viajan conmigo, yo me quedó acá – amenazó Melody.

- Chicos, lo que Camilo y yo les dijimos el año pasado antes de que pasara lo de las bombas, sigue en pie, por supuesto. Tanto Kika, como Amado y Teo, van a viajar con ustedes, si se separaran, ahí si se produciría un desequilibrio en la paradoja temporal.

- ¿Y cuándo vamos a viajar? – preguntó Thiago.

- Mañana, luego de la salida del sol. – Todos nos volvimos a mirar, con nuevos sentimientos reflejados en las caras de cada uno – Por eso, al ser hoy su último día en este tiempo, tienen que armar una despedida como se debe. Hagan lo que ustedes quieran: canten, bailen, hablen, ríanse, vallan a pasear, jueguen, diviértanse. Disfruten chicos, disfruten al máximo su último día en el futuro. – Y Paz comenzó a aplaudir, por lo que nosotros le seguimos la corriente.

- Si de disfrutar se habla, entonces ni se discute: ¡TeenAngels & Man en vivo sobre el “Puente Blanco” para toda la gente del nuevo Mandalay! – propuso Nacho, una idea sumamente aceptada por todos muy felizmente.

Al cabo de unos cuantos minutos, casi una hora, una multitud de gente tanto de la zona residencial como de otros lados se había aproximado a ambos lados del puente para ver el show que nuestras bandas iban a presentar.

Los “TeenAngels” estuvieron estupendos, brillaron con su tema “Estoy aquí otra vez”. Hicieron su presentación como si fuese la última en sus vidas, aunque por lo menos la última en este tiempo. Fueron ovacionados por la multitud, que coreaba al unísono el nombre del conjunto musical. Nacho era el único que tenía sed de competencia, como de costumbre. El resto de “Man” sólo estábamos encantados por compartir escenario una vez más luego de tanto tiempo. Por lo menos desde mi punto de vista, además de estar vestidos similarmente, nos lucimos con “Sólo Amigos”. La pasión que reinaba nuestro cuerpo hacía que nuestro talento se liberara al cien por ciento. Al igual que nuestro grupo amigo, al finalizar nuestro número, fuimos ovacionados por la multitud que esa tarde nos estaba acompañando. Melody saludaba y les tiraba besos a Teo y a su hijo, el cual extendía los brazos para alcanzarla mientras se reía por las cosquillas que su padre le hacía.

Luego de tanto sufrimiento, era hermoso volver a sentir la adrenalina de un show, la felicidad que se respiraba durante él. En esos momentos todos nos sentíamos más unidos que nunca.

A la noche, hicimos una típica “cena de velas” al aire libre, disfrutando de la hermosa luna que posaba para nosotros, recordando todo lo que habíamos vivido en este cambiante pero no por eso odiable futuro, y cerrando aquella espléndida cena con un brindis.

A la hora de dormir, no podía pegar un ojo pensando en cómo sería nuestro regreso. Me movía de un lado a otro, tanto que logré despertar a Simón, que esa noche compartía la cama conmigo.

- ¿Mi amor qué pasa? – me dijo con voz de recién levantado.

- No me puedo dormir – le contesté apenada

- ¿Encerio? ¡No me había dado cuenta! – me dijo irónicamente. Lo miré con una cara poco agradable ante aquel comentario - ¿Qué anda pasando? ¿Por qué no podés dormir?

- No puedo dejar de pensar en lo que va a pasar una vez que volvamos. Vivimos tantas cosas y pasamos tanto tiempo en esta línea temporal que me parece raro volver allá, siento algo extraño, una sensación rara – le dije tocándome el pecho.

- Mi amor, cuando volvamos, todo va a ser estupendo. Ya sabemos las cosas hermosas que van a pasar más adelante: vamos a tener tres hermosos e inteligentes hijos. Por ellos tenés que estar contenta de volver, tenés que estar feliz por lo que va a venir.

Luego de escuchar esas tranquilizantes palabras me acosté sobre su pecho, y con unas delicadas caricias que él me hacía en el cabello, por fin logré dormirme, esperando ahora sí, con ansias, nuestra vuelta a casa.