En el capítulo de hoy, en la primera parte, hablada por Simón, él descubre que Arthur es el hijo adoptivo de Kant y además, Hope le pide explicaciones al doctor. En la segunda parte, hablada por Valeria, recibe una gran desilución por parte de su mejor amigo, no resiste más y estalla. Vale se entera intencionalmente de la tragedia que está a punto de suceder en el NE, uno de los personajes morirá.
Enterate quien se va de la historia leyendo este capítulo. Esperamos que lo disfruten y que pasen un buen momento.
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CAPÍTULO 24: Tragedia
- ¿Digo no? Me gustaría saber, ya que sos bueno, ¿Por qué reseteaste a tu hijo? ¿Por qué no lo vas a buscar? – lo increpó Hope.
- ¿Cómo sabés eso?
- Él está despierto, ¡respondéme lo que te pregunté!
- Yo no lo reseteé, no quise, fue otro doctor. Ellos saben que él es mi hijo, no puedo ir y quererlo como siempre, se van a dar cuenta. – le respondió Kant.
- ¿De qué están hablando? ¿Qué hijo? ¡Kant! – le grité, ya que no me daba una respuesta inmediata.
- Simón, antes de que me agarraran, yo tenía una familia, mi esposa murió con las bombas y yo tuve que resistir sólo, con mi hijo. Después me agarraron a mí, porque sabía cómo hacer los reseteos, y si no estaba con ellos, me iban a matar. Hace unas semanas agarraron a mi hijo, lo resetearon y lo metieron en el NE. – me contó con mucha paz, a pesar de lo horrible que era.
- ¿Pero quién…? – hice una pausa y me puse a pensar un poco. En menos de dos segundos atrapé mis cabos sueltos. - ¿Arthur? – Él asintió, yo no lo podía creer.
- No es mi hijo biológico, como mi mujer no podía tener hijos, lo adoptamos cuando tenía tres años.
- No sé si sabías, pero él cree que vos sos el malo de la película, pero porque tenés el cerebro lavado, él piensa eso. – volvió a reclamarle Hope.
- Pará Hope, él no tiene la culpa de todo – intervine.
- Dejá Simón, está bien que piensen así de mí. Bueno, me parece que nosotros cuatro… – refiriéndose a él, Ramiro, Hope y yo - … deberíamos irnos, van a empezar a sospechar ¿no?
- Sí, sí, tienen razón, vayan chicos, vuelvan cuando quieran – agregó Thiago.
Los cuatro nos dirigimos a los túneles, camino al NE.
[Habla Vale]
La noche anterior había sido la más hermosa, pasional y salvaje que había tenido en los últimos tiempos. Nos costó mucho encontrar ese lugar de privacidad en el NE, pero no se trataba en el lugar en sí, sino del momento, del tiempo. Esa era nuestra conclusión.
Comí algo liviano al mediodía y me puse a componer canciones, acto que no había realizado en mucho tiempo.
Me sorprendí mucho. Había hecho una canción en menos de media hora. Genial.
Mi mejor amigo entró a mi habitación..
- Perdón, no sabía que estabas – se estaba por ir.
- No, pará, ¿podemos hablar?
- Sí…- se sentó al pie de mi cama- … aunque no sé de qué querés hablar.
- Arti, ¿te pasa algo conmigo? Estás distante, no sos vos. ¿Estás enojado?
- No, no es eso, es que, no te lo puedo explicar.
- Por favor – le supliqué.
- Vale, la realidad es que nuestra amistad no es verdadera, es una farsa, nosotros nunca nos conocimos, y la verdad, es que nada nos une, yo no siento ningún cariño hacia vos, y si vos te dieras cuenta, vos tampoco me querés a mí.
- ¿Qué estás diciendo? – unas lágrimas comenzaron a caer por mi ojos.
- Lo que escuchaste, perdón. – se levantó y salió por la puerta, sin decir una palabra más.
¿Qué fue eso que me dijo? Me estaba diciendo que ya no me quería más. ¿Cómo es posible? No me dijo que no me quería más, sino que nunca me quiso.
Tenía mucha bronca e impotencia, y un llanto que no salía, que permanecía en forma de nudo en mi garganta. Necesitaba expresarle mi bronca y mi dolor a alguien, así que me dirigí a la habitación de Simón, pero no lo encontré. Sólo encontré su handy tirado sobre su cama, a centímetros de la almohada.
No sé por qué, pero lo tomé y descargué mi ira con él. Toqué con furia cada uno de sus botones hasta que estallé. No podía soportar más todas las verdades que me decían, las palabras hirientes, los secretos que nadie me quería contar, el “no me entenderías” o el “no te lo puedo explicar”, me sacaban de quicio.
Estallé de tal modo, que pegué un grito muy agudo y ensordecedor, y cuando terminé, arrojé el handy contra la pared con todas mis fuerzas, para luego comenzar a llorar de la rabia que agobiaba cada célula de mi cuerpo. Gracias al golpe, el handy se metió en la comunicación que estaban teniendo Luz y Reneé. Lo levanté y escuché con atención:
- Señora, los chicos hablan de los salvajes todo el tiempo, a veces los defienden, les están perdiendo el miedo. – decía Reneé.
- Reneé, querida, ya sabés lo que tenés que hacer.
- No señora, no sé.
- A ver, C.I. 184, les tienen que tener pánico, terror, y para eso, hay que causar tragedia, dolor.
- ¿Usted dice de perder a alguien?
- Los salvajes lo van a matar, ellos van a generar la tragedia.
- ¿Y a quién hay que eliminar?
- No sé, yo diría, al nº 127.
- Pero señora, ese chico es el último que entró, ¿No le parece que deberíamos eliminar a otro?
- No, quiero a ese, y recordá Reneé, los salvajes lo van a matar, que no se te olvide.
- Está bien señora.
- Armen un operativo para esta tarde, lo quiero muerto antes de que caiga el sol, quiero que los chicos no puedan dormir del miedo. ¿Entendés?
- Sí, ya mismo lo hacemos señora.
La comunicación se cortó ahí. Quedé boquiabierta con lo que había escuchado. ¿Iban a matar a alguien? ¿Los salvajes lo iban a matar? No entendía nada, pero lo tenía que impedir, tenía que avisarle a Simón, a mi novio, perteneciente a la guardia civil.
Bajé a toda velocidad hacia el patio del NE. Desde la puerta, de éste, pude ver cómo Arthur practicaba una coreografía en el centro del patio con muchos chicos. A un costado, estaban hablando Mar, Ito y mi novio. Corrí hasta ellos y abracé a Simón, desesperada.
- ¿Mi amor qué pasa? – me preguntó asustado.
- Simón, tenés que hacer algo, esta tarde van a matar a alg… - no pude seguir hablando.
Una camioneta entró a toda velocidad y desde la ventana tiraron unas pequeñas bombas en el centro del patio, donde los chicos estaban bailando. Éstos empezaron a correr hacia el NE, a protegerse. El vehículo frenó muy abruptamente y unos tipos encapuchados se bajaron al mismo tiempo. Simón nos agarró a Mar y a mí y nos abrazó.
Uno de los tipos, el más alto, sacó un arma de su bolsillo y le apuntó a Arti. No dio tiempo a hacer nada, Arthur recibió dos tiros en el pecho y cayó muy lentamente al suelo. Los asesinos se subieron a la camioneta y desaparecieron por el mismo lugar por donde entraron.
Estaba en shock, todo fue muy rápido. Como bien había escuchado, alguien iba a morir, y ese alguien era él. No me daban las piernas para correr hacia donde estaba Arthur. Me arrodillé al lado de él y le tomé la cara, comenzando a llorar. Él sólo me miró y luego cerró los ojos. Y ahí estaba yo, asustada, aterrorizada, dejando morir a mi mejor amigo en mis brazos.
2 Pablochis comentaron:
Qué tristeeeeeeeeee el cap :( Encima que descubre que nunca fue su amigo, aunque ella lo siga queriendo y ver que muere así... :(
Espero que Vale se de cuenta de todo rápido!!
Haaaaaaaaaaaay pero que cruel, justo cuando le estaba tomando cariño al tipo XD no puede ser que triste :( pobre Valeeeee..
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